La
primacía del mercado por sobre los
derechos de las personas y el
otorgamiento de todas las garantías a
las corporaciones que eliminan la
capacidad estatal de definir proyectos
nacionales de desarrollo con la
complicidad de los gobiernos, es
principal causa de desigualdad,
polarización social, degradación
ambiental y discriminaciones, señala la
declaración de la Cumbre de los pueblos
enlazando alternativas III.
La Declaración, documento que recoge las
alternativas y propuestas de la Cumbre,
cuestiona los acuerdos de asociación que
impulsa la Unión Europea (UE)
porque perpetúan el actual sistema de
dominación y señala que la única salida
de los pueblos latinoamericanos,
caribeños y europeos es unirse en torno
a la defensa de su bienestar y
fortalecer la resistencia y movilización
contra las políticas neoliberales.
Al mismo tiempo alerta contra la
estrategia “Europa Global: Competir en
el mundo” porque profundiza “las
políticas de competitividad y
crecimiento económico que buscan
implementar la agenda de sus
transnacionales y profundizar las
políticas neoliberales”.
El texto fue presentado en la última
sesión de la Cumbre
Pueblos Declaración que contó con
la presencia de miles de participantes
que se reunieron en el Coliseo de la
Universidad Nacional de Ingeniería (UNI),
ubicada en el distrito del Rímac, en
límite con el nuevo eje de desarrollo
económico capitalino: la zona norte de
de la capital peruana.
Tras ser leída la Declaración, el jurado
del Tribunal Permanente de los Pueblos,
que presidió el sacerdote Francois
Houtard, presentó la sentencia que
condena ética y moralmente a “las
conductas y prácticas políticas,
económicas, financieras, productivas y
judiciales del modelo neoliberal,
implementadas y permitidas por los
Estados y las instituciones de la
Unión Europea”.
Igualmente decidió denunciar en el foro
internacional a las corporaciones
multinacionales europeas por sus graves
y sistemáticas violaciones a las normas
del derecho internacional que amparan
los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales, culturales y
ambientales de las comunidades,
nacionalidades, familias y personas de
los pueblos de América Latina
y el Caribe.
El Tribunal Permanente de los Pueblos
solicitará al Consejo de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas (ONU) que
nombre un Relator Especial que se
encargue de presentar a la Asamblea
General de Naciones Unidas un informe
que contenga una propuesta de
caracterización del concepto de deuda
ilegítima, y la calificación de las
violaciones a los derechos económicos,
sociales y culturales perpetrados por
gobiernos, empresas financieras y
corporaciones multinacionales en contra
de personas y pueblos.
Para ese efecto, proponen se constituya
un Tribunal Internacional que juzgue los
crímenes económicos y ambientales, donde
las víctimas individuales o colectivas
puedan constituirse como parte
accionante.
Demandó que los países de la Unión
Europea y sus organismos
comunitarios "sometan de manera
vinculante sus relaciones económicas
internacionales y sus decisiones de
política económica y de cooperación
internacional, bajo los estándares de
primacía, garantía y respeto de las
convenciones, pactos internacionales y
las declaraciones y normas de la OIT en
temas de derechos fundamentales,
desarrollo humano, democracia y
protección ambiental".
También planteó que los Estados y
gobiernos de América Latina y el
Caribe garanticen "la soberanía y
dignidad de los pueblos antes que los
intereses económicos de los sectores
privados" y que impidan la privatización
de recursos fundamentales para la vida
como agua, aire, tierra, semillas,
patrimonio genético y aseguren el acceso
universal a los servicios públicos.
Las audiencias del Tribunal se
desarrollaron el 14 y 15 de mayo en tres
sesiones. Testigos y expertos
presentaron oralmente los casos
documentados y respondieron a las
preguntas realizadas por los miembros
del jurado. También fueron convocados
para que hagan sus descargos
representantes de las 24 empresas
denunciadas, pero solo acudió el de
Camposol.
La sentencia del Tribunal, será remitida
al Fiscal de la Corte Penal
Internacional, al Consejo Económico y
Social de las Naciones Unidas, al
Consejo de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas y a los relatores
especiales competentes para esa materia,
a la Corte Europea de los Derechos
Humanos, a la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos.
Igualmente, los presidentes de los
Tribunales y Cortes constitucionales,
Ministerios Públicos, Fiscales y
Defensores del Pueblo de América Latina
y del Caribe, así como a los gobiernos
de los Estados miembros y la Comisión de
la Unión Europea, recibirán el
veredicto.
Por otro lado, la V Cumbre los jefes de
Estado y de gobierno de América
Latina, el Caribe y la
Unión Europea (ALC-UE) no
tuvo grandes resultados que mostrar, en
torno a los temas claves como la lucha
contra la pobreza y el cambio climático,
ejes de esta cita.
La Declaración de Lima, resultado de la
V Cumbre de mandatarios, es un documento
de 48 puntos con propuestas genéricas y
afirmaciones de buena voluntad en la que
se señala la necesidad de redoblar el
esfuerzo en las negociaciones para
alcanzar acuerdos de libre comercio
entre los distintos bloques de
América Latina y el Caribe
con la UE.
En el escrito expresan su decisión de
centrar sus deliberaciones en la
promoción de acciones a nivel nacional,
regional e internacional para abordar
dos desafíos claves relacionados entre
sí: la pobreza, la desigualdad y la
necesidad de sociedades más inclusivas;
y el desarrollo sostenible, el medio
ambiente, el cambio climático y la
energía. “Necesitamos implementar
políticas ambiciosas y oportunas para
enfrentar estos desafíos”.
Llanto
de perdedores
Las antipatías del gobierno aprista
contra la Cumbre de los Pueblos quedó
evidencia cuando el presidente del
Consejo de Ministros de Perú, Jorge
del Castillo, la calificó de
cumbre de perdedores justificando de esa
manera el poco apoyo brindado a su
organización.
“Las declaraciones del premier Del
Castillo reflejan la importancia de
la Cumbre de los Pueblos. Como ahora ya
no nos puede ignorar sólo le queda
insultarnos una vez más. Quienes han
perdido son él, el presidente Alan
García y todos aquellos que no
querían que se realizara nuestra
reunión. Lo suyo es el llanto de los
perdedores”, dijo la coordinadora
general de la Cumbre de los Pueblos,
Rosa Guillén.
Guillén,
señaló que durante los cuatro días que
duró la Cumbre, congregó a más de 5 mil
personas procedentes de cerca de 40
países de América Latina y el
Caribe y la Unión Europea,
representantes de diversas
organizaciones sociales, de mujeres,
sindicales y populares.
Cumbre de
los Pueblos:
plural
y solidaria
La Cumbre de los Pueblos fue el gran
encuentro de movimientos y
organizaciones sociales de América
Latina, el Caribe y Europa
contó con alrededor de 110 actividades
autogestionarias de diversas temáticas,
más de 50 actividades artísticas y
culturales, asambleas indígenas,
actividades de solidaridad con los
presos políticos.
Las mujeres se reunieron en torno a una
carpa, que se constituyó en uno de los
foros más concurridos. En esta se
realizaron diálogos y debates, pese a no
ser parte explícita de la agenda de la
Cumbre de los Pueblos 2008, se
refirieron a su situación, sus problemas
y propuestas frente a las diversas
discriminaciones por razones de género y
cómo el actual modelo neoliberal acentúa
las desigualdades y la injusticia.
La Carpa y las actividades que se
desarrollaron en su interior fueron
gestionadas por Mujeres Enlazadas, una
articulación integrada por alrededor de
medio centenar de organizaciones para
reflejar e intercambiar inquietudes,
realidades, experiencias y apuestas.
Gladys Galarreta,
coordinadora de este colectivo, destacó
la capacidad de formulación de
propuestas de las diversas
organizaciones de mujeres frente al
neoliberalismo, en lucha que comparten
con los pueblos de Europa,
América Latina y el Caribe.
La Cumbre
Social
de los Pueblos: Enlazando Alternativas
III
también se reafirmó como un espacio para
que el arte y la cultura de la
diversidad de regiones del Perú y
de las delegaciones internacionales
confluyeran en Lima en la apuesta de
contribuir a la construcción de un mundo
nuevo desde la pluralidad y la
imaginación.