Los temores de épocas que parecían
definitivamente superadas se volvieron
realidad en la mañana del pasado domingo
28. Mientras la gente se preparaba para
acudir a las urnas y ejercer su derecho
a decidir el futuro del país, las
Fuerzas Armadas hondureñas irrumpieron
en la Casa Presidencial y a la fuerza
condujeron al presidente Manuel Zelaya
hasta el aeropuerto donde lo obligaron a
abandonar el país hacia Costa Rica.
Frente a la Casa de Gobierno |
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Lectura
del Comunicado |
La luz se cortó en todo el país, se
acallaron los medios afines al gobierno,
el Ejército en la calle, los tanques de
guerra patrullando Tegucigalpa, los
aviones de la Fuerza Aérea sobrevolando
las principales ciudades y el pueblo
movilizado en todo el país defendiendo
la democracia.
El golpe de Estado que se consumó el
domingo 28 en Honduras,
contó con la participación de casi todos
los poderes del Estado y de las Fuerzas
Armadas.
La noticia de la irrupción del Ejército
en la Casa Presidencial llegó el domingo
un poco antes de las 6 de la mañana,
cuando el pueblo hondureño se estaba
alistando para participar en la consulta
nacional sobre la creación de una
“cuarta urna” en las próximas elecciones
presidenciales de noviembre.
Ante esta noticia, y el boicot a la
mayoría de los medios de comunicación
que se encontraron en la incapacidad de
realizar su trabajo debido al corte
eléctrico, los movimientos sociales,
populares y sindicales comenzaron a
activar todos sus canales de
comunicación para organizar de inmediato
una respuesta al golpe de Estado.
Mientras tanto, la gente de forma
espontánea se dirigió hacia la Casa
Presidencial que ya estaba totalmente
rodeada por el Ejército.
Carlos Reyes,
secretario general del Sindicato de
Trabajadores de la Industria de la
Bebida y Similares (STIBYS)
y miembro del Comité Ejecutivo
Mundial de la UITA, manifestó en
un acto improvisado ante la Casa
Presidencial: “El pueblo hondureño está
movilizado. Lo vamos a hacer
pacíficamente y vamos a seguir en esta
disposición a nivel nacional hasta que
se restituya en su cargo al Presidente
de la República. Para eso necesitamos
que todos los Presidentes del continente
latinoamericano y del mundo exijan a
esta oligarquía traidora que se
restablezca el orden democrático. Los
hondureños vamos a seguir resistiendo
hasta que venga el Presidente Manuel
Zelaya”, dijo Reyes.
Desde Costa Rica, el presidente
Zelaya informó en conferencia de
prensa que desconocerá a cualquier
persona que asuma el cargo que le
pertenece, y ha acusado del golpe de
Estado a “una elite voraz que está
dominando al país y que no tiene
límites”.
Mientras tanto, la comunidad
internacional ha lanzado severas
advertencias declarando su respaldo
incondicional a Manuel Zelaya
como Presidente legítimo de Honduras.
Desde Costa Rica, el presidente
Oscar Arias ha anunciado que
viajará a Managua hoy lunes 29 con el
presidente Zelaya, donde se
realizará la reunión de los Presidentes
del Sistema de Integración
Centroamericana (SICA), y ha
invitado a todos los Presidentes del
Grupo de Río a que participen en
esta actividad para dar el respaldo al
derrocado Presidente hondureño.
“Es importantísimo mantenerse y
movilizarse en las calles
–continuó
Reyes–. Cualquier acto que le
permita al enemigo sacarnos de las
calles es ganancia para ellos porque las
van a ocupar. Es muy posible que
decreten el ‘Estado de Sitio’, y eso se
contrarresta si nosotros permanecemos
firmes en nuestros puestos.
Por ésto tenemos que continuar una
resistencia pacífica hasta que no se
resuelva la situación, y tenemos que
duplicar o triplicar el número de
personas que están acá. Hay que llamar a
los barrios, a las comunidades, a todos
y todas para que se sumen a esta
movilización.
Vamos a mantenernos en contacto con el
resto del país –continuó el líder
sindical del STIBYS– para
garantizar una conducción nacional que
nos permita triunfar, porque de ésto se
trata, y sólo la movilización y
resistencia pacífica nos va a permitir
derrotar a estos ‘gorilas’ que se han
apoderado de Honduras por
instrucciones de un grupo de mafiosos
que controla nuestra economía y el país
entero.
Aquí no se trata de personas o de
líderes, sino de comenzar a conducirnos
como grupo, como colectivo, como
organización. Todos debemos opinar y
contribuir a conducir esta lucha, porque
la mejor inteligencia es la inteligencia
de todos”, concluyó Carlos Reyes
en medio de vítores y aplausos.