Con lágrimas en los ojos y
visiblemente conmovido, el
presidente Fernando Lugo pidió
perdón en nombre de la nación a las
128 mil víctimas de la dictadura del
general Alfredo Stroessner
(1954–1989) y al millón de
paraguayos que se vieron obligados a
abandonar el país en ese tiempo por
causas políticas.
Un informe presentado por la
Comisión Verdad y Justicia (CVJ)
-que investiga los abusos cometidos
durante la dictadura del general
Alfredo Stroessner-, revela
que continúan desaparecidos 336
paraguayos muertos en las cámaras de
torturas instauradas durante el
régimen stronista. En tanto, un
millón de personas se vieron
obligadas a huir del país y a
refugiarse en los países vecinos
-sobre todo en la Argentina-
desde 1954.
La CVJ fue conformada el 6 de octubre de
2003 y está integrada por nueve
miembros de distintos sectores de la
sociedad. Su presidente, el monseñor
Mario Melanio Medina, señaló
durante la lectura del informe
–realizada en el Teatro Municipal de
Asunción, ante el presidente
Fernando Lugo y centenares de
familiares y victimas de la
dictadura-, que este contiene ''los
datos de 128.076 personas que
sufrieron la violación de sus
derechos humanos, en forma directa o
indirecta''.
Este informe fue preparado por los miembros de la
CVJ en base al testimonio de
2.059 sobrevivientes y familiares de
desaparecidos durante el régimen
stronista en territorio paraguayo.
De los 128.076 paraguayos, 20.090
fueron identificados como víctimas
directas y 107.987 como indirectas, que incluye a los familiares y allegados que sufrieron las
consecuencias de la persecución,
según mencionó Medina.
El prelado también señaló que
durante el gobierno de Stroessner se
realizaron 19.862 arrestos
arbitrarios, "de los cuales 18.772
incluyeron alguna forma de tortura,
lo que equivale al 94,5 por ciento
del total de los que fueron privados
ilegalmente de su libertad".
También detectaron 3.470 casos de "exilio
político forzoso”, aunque esta cifra
-aclaró Medina-, no refleja
el total de los casos que se vieron
obligados a abandonar el país por
razones vinculadas a la dictadura.
Nadie se salvó de la
tortura
La mayoría de las personas que se
encontraban en el auditorio no pudo
contener las lágrimas cuando
monseñor Medina indicó que
"prácticamente ninguna víctima se
salvó de la tortura. Unas 17.277
personas fueron objeto al menos de
alguna forma de tortura física y
16.675 de torturas psicológicas".
El informe final de la CVJ fue entregado a
la Fiscalía, a fin de que lo incluya
como antecedente ante eventuales
procesos judiciales a ser iniciados
a los responsables de estos abusos.
Medina
citó como cómplices de Stroessner
al Poder Ejecutivo, a las Fuerzas
Armadas, a la Policía, a otros
organismos de seguridad y a los
militantes del Partido Colorado,
agrupación que sostuvo al dictador
en el poder durante 35 años y que
gobernó el país durante un total de
61 años, hasta el pasado 15 de
agosto en que asumió el mando el
opositor ex obispo Fernando Lugo.
El presidente de la CVJ señaló también
como responsables de estas
persecuciones y abusos a algunos
gobiernos de Estados Unidos y
a aquellos que promovieron la
Operación Cóndor -plan represor
establecido por los regímenes
militares de Argentina,
Brasil, Chile,
Paraguay y Uruguay-
durante las décadas de los años 70 y
80.
Medina
destacó que entre los perseguidos se
encontraban los dirigentes de las
Ligas Agrarias Campesinas, de
los movimientos estudiantiles, de
los partidos de oposición, y de las
incipientes organizaciones Frente
Unido de Liberación Nacional y el
Movimiento político 14 de Mayo,
entre otros.
Las lágrimas del
presidente Lugo
Al concluir la lectura del informe, el presidente Fernando
Lugo hizo uso de la palabra ante
los sobrevivientes y familiares de
las víctimas de Stroessner y
sin poder contener la emoción
señaló:
"Perdón,
perdón en nombre de la Nación por la
soledad a la que fueron sometidos
los perseguidos. Por cada centímetro
de dolor que laceró el territorio
corporal, físico, anímico y
espiritual de los luchadores de
nuestra patria nueva, mientras otro
país dormía la siesta, insensible en
la convivencia con una dictadura
oprobiosa".
"¿Será capaz la justicia de
honrar su función, ayudando a
cicatrizar estas heridas abiertas y
sostenidas por la dignidad heroica
de las víctimas con el bálsamo de la
reparación histórica?", preguntó el mandatario.
El propio Lugo y tres de sus hermanos de
tendencia socialista, también
sufrieron persecuciones durante la
dictadura, al punto de verse
obligados a abandonar el país para
vivir exiliados en Europa.
Igualmente, varios miembros del gabinete del
actual Presidente se encontraban en
el Teatro como víctimas de la
“oprobiosa” represión stronista
–según las palabras del mandatario-
y tampoco pudieron contener las
lágrimas, al igual que muchas otras
personas, al escuchar a Medina
desglosar uno a uno los datos del
informe.
El momento más vibrante del encuentro se presentó
con la intervención del actual
presidente de la Corte Suprema de
Justicia, Víctor Núñez, a
quien le tocó dirigir un discurso al
auditorio tras la intervención del
presidente Lugo.
Apenas empezó, el alto magistrado
de Justicia se vio obligado a
interrumpir su alocución debido a
los abucheos e insultos de parte de
los presentes, quienes lo tildaron,
entre gritos, de cínico y "pyragué"
(delator, en guaraní).
Núñez
es considerado uno de los hombres de
confianza del ex presidente colorado
Nicanor Duarte Frutos, quien
lo sostuvo como titular de la Corte
Suprema a pesar de haber terminado
su mandato.
Además, Núñez fue uno de los
ministros de la Corte que avaló la
candidatura de Duarte Frutos
a la presidencia del Partido
Colorado, primero, y a senador,
después, a pesar de violar con ello
lo establecido en la Constitución
Nacional, que prohíbe al Presidente
de la República postularse a otro
cargo electivo durante su mandato.
"Acepto las críticas vertidas hacia mi persona",
se limitó a decir Núñez antes
de abandonar el estrado y volver a
la mesa situada en el escenario del
Teatro, a la que también estaba
sentado el presidente Lugo,
quien permaneció callado ante el
escarnio público sufrido por el
titular de la Corte Suprema.
Como es sabido, Paraguay
nunca sancionó una ley de amnistía
para los militares y policías de la
dictadura stronista. A pesar de
esto, desde el advenimiento de la
democracia, sólo cinco personeros
del régimen fueron condenados por
crímenes de lesa humanidad.
En tanto, el ex dictador Alfredo
Stroessner vivió durante 18 años
en su exilio dorado de Brasilia,
en donde murió en agosto de 2006,
sin haber enfrentado cargos
judiciales, pese a contar con varios
pedidos de extradición de parte de
la justicia paraguaya.
En Asunción,
Rosalía Ciciolli
2 de septiembre de
2008