La
secretaría confederal de salud laboral de CCOO cree
necesario que los problemas de salud en el trabajo se
consideren temas de salud pública, y para ello ha propuesto
sacar los problemas de salud laboral del ámbito exclusivo de
la empresa y plantearlos a la sociedad como uno de los
problemas más importantes de salud pública.
La experiencia es que, además de la resistencia
de la práctica totalidad de las mutuas a reconocer lo
evidente, en España falla estrepitosamente la
vigilancia de la salud en las empresas.
La prevención
de la enfermedad, vincular el daño con sus causas y hacer
visible lo invisible son los ejes en los que se centrará el
trabajo de CCOO,
porque la gravedad del problema no admite posturas tibias y
es necesario abordarlo en toda su complejidad.
Según CCOO, en cualquier otro terreno de
la salud pública el número de personas que padecen dolencias
relacionadas con el trabajo (en España cerca de un
millón de acuerdo con Eurostat) se consideraría un grave
problema, dispararía las alarmas y pondría en marcha
mecanismos de control, y sin embargo en el campo de la salud
laboral no ocurre igual.
Señala también CCOO, que cuando hay
problemas en el ambiente de trabajo, lo primero que falla es
la definición del problema, porque mientras que lo lógico es
pensar que enfermedades laborales son aquellas en cuya
generación intervienen factores relacionados con el trabajo,
en el sistema español se sustituye la lógica sanitaria por
una lógica indemnizatoria, por lo que al final el problema
no es cuáles son los factores que generan la enfermedad y
cómo controlarlos, sino cuánto hay que pagar.
Así, quienes tendrían que hacer prevención,
dedican todos sus esfuerzos a rechazar casos, a poner en
duda la existencia misma de la enfermedad, con
lo que nos
encontramos con la paradoja de que en España se pagan casi
17.000 pensiones de viudedad por enfermedades profesionales
al año, mientras que las estadísticas oficiales registran no más de un par
de muertes anuales por enfermedad profesional.
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