Las mujeres de
América Latina deben actuar urgentemente en la política, la academia, los
medios de comunicación, la organización social, en todos los espacios y por
todas las vías, ante una crisis que impactará las economías de la región y
aumentará la carga que ellas ya llevan.
Así resumió un llamado a las mujeres organizadas y feministas
de esta región, la abogada y activista peruana Gladys Acosta, nueva
directora Regional del Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer
(UNIFEM) para América Latina y
El Caribe. En entrevista con SEMlac, la funcionaria
de la ONU hizo profundas reflexiones sobre lo que, en "este siglo
funesto", toca a la masa crítica femenina, en un momento de combinación
infausta de impunidad, corrupción, malos gobiernos, narcotráfico y
violencia, en un área geográfica signada por la mayor de las desigualdades
sociales del planeta. Esta región, dijo, es el lugar más desigual y
explosivo del mundo, superior a lo que puede hallarse en África y
Asia. Ese es el contexto "donde debemos actuar" y fijar prioridades para
mitigar la desgracia, especialmente de las niñas y las mujeres.
Por ello, para Gladys Acosta es prioritario que las
mujeres estén en los lugares donde se toman las decisiones, incluidas las de
Estado, y ejemplificó con los cambios en Estados Unidos, donde
Barack Obama gobernará a partir del 20 de enero y se ha venido
definiendo el gabinete, en el cual se puede decir con qué capacidades
estarán las mujeres y qué harán. "Eso es importante y aplicable para todos
los países, que tendrán elecciones o cambios políticos en 2009", insistió.
La doctora Acosta consideró
que la situación tendría que obligar a las mujeres, a su masa crítica
formada en las últimas décadas, a actuar con urgencia para fijar con
claridad e inteligencia las prioridades: ¿dónde actuar? ¿dónde poner la
mayor energía? ¿cómo evaluar los avances? Preocupa ahora la crisis mundial,
cuyo golpe será fuerte; conocer qué colchones de protección se han creado
para las mujeres y qué pasará en nuestros países frente a la crisis, cómo se
enfrentará la mayor carga de obligaciones domésticas, su doble jornada
creciente, cuáles son los derechos a disfrutar y cuáles las rutas a seguir,
remarcó.
Informó que una prioridad es echar a andar un verdadero
observatorio de género, que permita conocer realmente qué está sucediendo,
qué países avanzaron, dónde se ha abusado de las políticas asistenciales y
se dejaron pendientes los derechos a la educación, a la salud, a la
participación de más de la mitad de los habitantes que son las mujeres.
Medir cómo se cumplieron los acuerdos de Beijing; qué presupuestos se
aportaron para cumplir las Metas del Milenio; cómo son las políticas
laborales, en qué medidas se respetan sus derechos humanos, cómo funcionan
los mecanismos o instituciones creadas para atender la problemática femenina
como los institutos y secretarías de la mujer. ¿Son eficaces, válidos,
suficientes para la realidad actual?, abundó.
En su visita a México, la nueva directora regional de
UNIFEM se reunió con grupos de académicas, visitó las instituciones
creadas para atender la condición femenina y dialogó con mujeres del
movimiento civil, como comienzo de esa evaluación a la que se refiere, para
definir dónde poner énfasis en su programa de trabajo.
Prioridades
Para la militante feminista, ex directora del Centro Flora
Tristán del Perú, que en los últimos 10 años fue jefa de las oficinas de
UNICEF en Panamá, Guatemala, Colombia y Argentina, una de esas
prioridades es movilizarse por los derechos conseguidos, presionar a los
gobiernos al cumplimiento de compromisos, planes, programas y leyes erigidos
en las ultimas décadas. Y eso, reflexionó, se hace con política, por lo que
recomendó "aprovechar todas las hendiduras, participar en los espacios de
poder, proponer, influir, dialogar entre nosotras, diagnosticar los efectos
de políticas diversas".
Quizá por sus 10 años de experiencia en UNICEF, llamó
a mirar la realidad intergeneracionalmente, "mirar a las nuevas
generaciones", precisó. "Muchos de nuestros problemas se tienen que empezar
a resolver desde la infancia. Nosotras apenas somos un pedacito de la
historia", dijo al referirse a esa generación que puso en blanco y negro la
condición de las mujeres, en los años setenta del pasado siglo a la fecha.
"¿Cómo lo podemos hacer?", se preguntó, y dijo: “Combinando todas las formas
de lucha, las diferentes trincheras. "Requerimos una acción rápida y
urgente, inmediata y, aunque no cambiemos el color del mar, tenemos que
responder a cuestiones que son fundamentales hoy día", como la pobreza y la
exclusión, el analfabetismo y la falta de oportunidades culturales.
Lo que tenemos que exigir inmediatamente es una política
social, no asistencial. Dejar atrás el debate frente a los que están en el
poder, e ir adelante con la política hacia la gente, luchar porque la gente
tenga derecho a la educación, a la salud, no a "los pedacitos" con que
siempre nos responden. "La gente no quiere el asistencialismo", remarcó.
Luego argumentó: "Hay recursos económicos; la prueba es que los gobiernos
sacan el líquido para salvar a los bancos. No es que no haya dinero, sino
que no se pone a la gente por delante. Hay que preguntarles a los gobiernos
si van a poner los millones a la asistencia o van a decidir algo diferente",
retó la funcionaria.
La nueva funcionaria de UNIFEM, que continuará
visitando a mujeres y países del continente para participar en los cambios
anunciados para la ONU, comentó a SEMlac que se está pensando
en una instancia de género, rectora de esa política para todos los niveles
del organismo que aglutina a casi todos los estados del mundo y analiza sus
grandes problemas. Y reconoció que la transformación de la que se habla en
la ONU es precisamente porque su cometido no ha sido satisfactorio.
UNIFEM
ha sido, desde la primera
Conferencia Mundial de la Mujer en México, en 1975, el fondo de
recursos para apoyar a los movimientos femeninos en el mundo. La abogada
Gladys Acosta logró esta dirección regional luego de un concurso y
destinará los próximos años a crear un programa que apoye las iniciativas de
transformación del diagnóstico de la condición de las mujeres a la acción.
"Salir del rincón", dice.
En 2010, en la próxima reunión de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL) para analizar la condición de las
mujeres, es probable que ya se hayan marcado las nuevas prioridades, que
trasciendan las agendas de Beijing, las metas del Milenio y esos ejes
temáticos, que no han resuelto el problema fundamental de ellas, que es su
bienestar y su participación en la toma de decisiones.
Sara Lovera
SEMlac
19 de enero de 2009