El pasado 23 de
noviembre, en el municipio de Apartadó, Urabá, y organizada por el
Departamento de la Mujer del Sindicato de Trabajadores de la Industria
Agropecuaria (SINTRAINAGRO) se realizó una actividad conmemorando el Día
Internacional de la No Violencia Contra la Mujer. Sirel dialogó con Adela
Torres, secretaria general del Sindicato, quien aportó detalles sobre este
acto.
-¿Cuántas personas
respondieron
a la convocatoria?
-Convocamos a mujeres de diversos municipios del eje bananero
y hemos tenido una participación de cerca de 1.500 personas, en su mayoría
mujeres. Esto fue mucho más de lo que esperábamos. La actividad contó con
una agenda muy interesante y con la presencia de Rosa América,
integrante de la Directiva de Antioquia de la Central Unitaria de
Trabajadores (CUT) y otras representantes regionales.
-¿Qué organizaciones
participaron
en la actividad?
-La Asociación Municipal de Mujeres de Apartadó, la Casa de
la Mujer de Chigorodó, la Alcaldía Municipal de Turbo representada por su
primera dama, y la Coordinadora de la Casa de la Mujer de Turbo y la
Comisaría de la Mujer de Carepa. Por su parte, la Comisión de la Mujer de
SINTRAINAGRO organizó y programó el acto.
-¿En qué consistió el
evento?
-En la mañana se realizaron ponencias sobre la situación de
las mujeres en la zona con referencia al maltrato, la violencia y la falta
de oportunidades de trabajo, que también es una forma de violencia. Estos
temas se enfocaron de manera pedagógica, manejando datos estadísticos.
Participó una representante de Profamilia y otra de la administración
municipal de Apartadó. Se ilustró la charla con el relato de algunas
situaciones que se presentan cotidianamente en estos organismos y con el
detalle de las normas legales que amparan a la mujer contra la violencia. En
la tarde se realizaron actividades culturales.
-¿Cómo son las estructuras
de protección a la mujer en Urabá?
-Está la Comisaría de Familia, la Fiscalía, incluso la propia
Policía puede recibir las denuncias de las mujeres.
-¿Son eficaces?
-A veces no tanto, pero en muchos casos se apoya a la mujer
para que pueda ejercer sus derechos. Ocurre también que cuando surge el
problema algunas mujeres recurren a estas instituciones pero después no
ratifican la denuncia por miedo a que sus maridos las dejen y pierdan la
fuente de sustento para su familia. En estos casos las autoridades no pueden
hacer nada.
-¿Cómo es la situación de
las mujeres de Urabá con respecto a la violencia?
-Hay una violencia impresionante. Hay muchas mujeres que son
maltratadas y las estadísticas que tenemos son bastante elocuentes. A mí
también me preocupa mucho la angustiante falta de empleo para las mujeres
que hay en la región, lo que provoca situaciones de violencia por la falta
de alimentación, vivienda y educación adecuadas para los niños y niñas. Esta
pobreza extrema, a su vez, es origen de la fuerte violencia social que
padecemos, lo que termina cerrando un círculo de pobres contra pobres. Las
mujeres empleadas en las fincas bananeras, que son casi la única fuente de
empleo en la zona, no alcanzan al 5 por ciento del total de trabajadores.
-¿La violencia también
existe en el ámbito laboral?
-Hace 15 días estuve visitando una finca respondiendo al
llamado de las compañeras que trabajan allí, ya que ellas se sentían
agredidas y maltratadas por sus compañeros de tareas. Ellas son
discriminadas y maltratadas con palabras vulgares y agresivas por el sólo
hecho de ser mujeres. Esta es una situación demasiado habitual en las
fincas, y ahí estamos con el Sindicato reclamando el respeto a la dignidad
de todas las personas, sean mujeres u hombres. Este tipo de violencia puede
afectar psicológicamente a las trabajadoras de manera grave.
-¿Cuál es el porcentaje de
mujeres jefas de hogar en Urabá?
-Las últimas cifras de las que disponemos son de 2005 y se
están actualizando ahora, e indican que si consideramos sólo a las
trabajadoras bananeras se llega al 71 por ciento; con respecto a todas las
mujeres de Urabá se constata que el 65 por ciento de ellas son jefas de
hogar. Por eso SINTRAINAGRO está intentando desarrollar programas que
impliquen la asociatividad productiva y la creación de empleos para, dentro
de nuestras posibilidades, ayudar a paliar este flagelo que es el desempleo
femenino en la región.
-¿Qué acciones piensa
implementar SINTRAINAGRO en este tema?
-Trabajamos mucho en la educación sobre estos asuntos, ya sea
con los hombres como con las mujeres. Nuestra meta es incrementar las
instancias de capacitación, generar condiciones para una mayor participación
de la mujer en todos los espacios de representación, promover que la mujer
tome la iniciativa y conquiste esos espacios para trabajar de una manera
diferente. Debemos motivar aún más la participación de las trabajadoras para
el próximo año, y esa será una forma muy eficaz de luchar contra la
violencia hacia la mujer.