Es director ejecutivo del Grupo ETC,* una ONG con base en Canadá que adquirió relevancia por sus aportes a la comprensión del contenido político y las consecuencias en la salud, el ambiente y la sociedad en general de la biotecnología y los transgénicos, incluyendo su campaña mundial contra la llamada “tecnología Terminator”. La contribución de este equipo de investigadores continúa ahora con las nanotecnologías (NT), siendo en la actualidad uno de los grupos referentes sobre el tema para las organizaciones sociales en todo el mundo.
-¿Cuál será el impacto de la NT en el empleo?
-En el estado actual de la información disponible podemos suponer más que saber a ciencia cierta, pero pienso que si atendemos a lo que se está hablando, es probable que bastante pronto se estén incluyendo ingenios nanotecológicos en muchos procesos de producción, y el uso de nanorobots provocará una disminución del empleo en diversas áreas. Por ejemplo, es muy probable que la NT logre que los procesos de cosecha de los cultivos de alto valor sean mucho más robotizados que en la actualidad, como tractores sin operadores humanos, y también se precisarán mucho menos trabajadores en los campos, que serán sustituidos por nanosensores y otros procedimientos de la NT. Ciertamente, esto va a ocurrir también en el procesamiento de alimentos, por lo que es previsible que los empleos en los sectores de alimentos y agrícolas disminuyan.
-Los nuevos desarrollos tecnológicos suelen producir un torrente de anuncios que parecen provenir más de la “fascinación” de los científicos o tecnólogos que de la realidad. ¿La NT es una “fascinación científica” o realmente una revolución?
-Creo que, al fin de cuentas, será una verdadera revolución. Hace 30 años los científicos estaban siempre muy atentos a evitar las especulaciones sobre lo que “podría ocurrir”, lo que “sería posible”; en la actualidad vemos lo contrario: los científicos temen no poder predecir cómo van a cambiar las cosas. El tema de la NT produce muchos anuncios desechables, pero al mismo tiempo cualquier suerte de innovaciones puede ser posible porque estamos cambiando los propios elementos de naturaleza. Es probable que si alguien escucha esta conversación que estamos teniendo dentro de tres años se diga que no hubo muchos cambios, pero apenas dentro de cinco o diez años, esos cambios serán muy grandes. No estamos hablando de impactos de la NT para la próxima generación, sino para quienes están trabajando hoy mismo en los campos y en las fábricas.
-¿Cómo evalúas la resolución de la Conferencia Mundial de la UITA sobre la NT?
-Es estupenda. Creo que es la primera vez que los trabajadores hablan alto y claro sobre la NT, y espero que sean escuchados ya sea a nivel de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los gobiernos y los diversos agentes económicos.
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