Las afecciones comunes
formarán parte de la lista de patologías laborales, según ha
anunciado el secretario de Estado de Seguridad Social,
Octavio Granado. De este modo, la Seguridad Social ampliará
su catálogo de enfermedades profesionales de 30.000 a
300.000 patologías.
El
secretario hizo el anuncio en la jornada
La información como
herramienta necesaria en el conocimiento del daño asociado
al trabajo, organizada por la Seguridad Social y
el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene del Trabajo, en
conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en
el Trabajo.
Granado explicó que se introducirá en el catálogo una tercera
categoría de patologías no traumáticas, junto a las ya
existentes de accidentes y enfermedades profesionales. El
secretario de Estado, que las calificó de "enfermedades del
trabajo", recordó que "tienen el mismo grado de protección
que el accidente del trabajo".
En la nueva
clasificación se incluirán en su mayoría accidentes
cardiovasculares o patologías psicosociales desarrolladas en
ámbitos docentes o intelectuales derivadas de tensiones
laborales, y que "son 9 ó 10 veces superiores a las
enfermedades profesionales".
"Esperamos
tener las comunicaciones de todas las mutuas de accidentes
de trabajo y de las entidades gestoras de Seguridad Social a
partir del 1 de julio, para que funcione con cierta
provisionalidad, pero a partir del 1 de enero ya estará a
pleno rendimiento", aseveró.
El titular
de Seguridad Social agregó que complementariamente se
dispondrá de una red de alertas que identifique no sólo los
centros de trabajo en los que hay enfermedades profesionales
sino también en los que hay una mayor incidencia de
enfermedades comunes.
Dijo que
también se realizarán "diagnósticos precoces" sobre las
condiciones de trabajo en
España, que permitan modificarlas "antes de que los trabajadores
pierdan capacidad, sufran invalidez y deban retirarse del
mercado de trabajo, con una pensión de incapacidad".
Durante la
jornada, Granado también destacó la puesta en marcha de los incentivos a las
empresas que hayan acreditado una baja de la siniestralidad
laboral y en las que rigen procesos de prevención de riesgos
laborales pactados con los trabajadores.
"Estas
empresas tendrán derecho a recibir una parte porcentual,
pequeña en un principio, pero que puede crecer con el paso
de los años si se considera que la iniciativa tiene efectos
positivos, a lo que hay que añadir una devolución de las
cuotas de la Seguridad Social", recordó.
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