Luego de los doce días que cambiaron la vida de México, como
lo anuncia la prensa nacional, el país intenta recuperarse y
volver al curso habitual de su vida cotidiana. Los escolares
volverán a sus clases y la frágil economía intentará
sobreponerse a la crisis. Lo que quedó en evidencia fue la
negligencia del Poder Ejecutivo para manejar la emergencia y
la necesidad de fortalecer el sistema público de salud.
Luego de que la Secretaría de Salud confirmara un total de 29
defunciones a causa del virus AH1N1, México
inició el regreso a sus actividades habituales.
Los
primeros en retornar serán los empleados públicos y privados
de actividades no básicas que tuvieron asueto desde el 1 al
5 de mayo, y trabajadores de 35.000 restaurantes del
Distrito Federal.
El jueves 7
de mayo estudiantes de bachillerato y de universidad
volverán a sus cursos, y el lunes 11 regresarán a clases los
alumnos de Preescolar, Primaria y Secundaria.
Este
retorno masivo, que incluye 35 millones de estudiantes y
profesores, ha provocado que autoridades y empresas realicen
tareas de desinfección de escuelas, instalaciones públicas y
restaurantes.
El metro ha
sido también sometido a una profunda desinfección para
recibir el jueves 7 a los 5,5 millones de pasajeros que lo
abordan a diario. Durante la emergencia sanitaria, los
ocupantes de este transporte público se redujeron en un 40
por ciento.
El
secretario de Salud, José Angel Córdova, informó que
en México se han aplicado acciones que corresponden a
la fase seis de alerta sanitaria, la máxima en la escala de
la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que se
aplican cuando se declara una pandemia.
En
conferencia de prensa, advirtió que a pesar de la
regularización de las actividades cotidianas “seguimos en
fase cinco (…) la fase de alerta”.
El
Secretario pidió a la población que sigan aplicando las
medidas higiénicas como no saludarse de mano y beso, lavarse
las manos frecuentemente y evitar presentarse al trabajo o a
la escuela con síntomas de gripe, hasta que no haya ningún
caso y se pueda declarar que México entró en la fase
de control.
Paralelamente a toda esta información oficial, circuló vía
Internet y de boca en boca, suposiciones de supuestas
conspiraciones de corporaciones farmacéuticas para
aprovecharse de esta crisis.
Llamó la atención además -que en un principio- el gobierno
anunció que las muertes sobrepasaban la centena y ahora sólo
se han podido comprobar 29. El mal manejo de una crisis de
semejante envergadura hizo que llovieran las críticas sobre
el presidente Felipe Calderón, mientras éste en un
gesto, para algunos, gracioso y fuera del protocolo,
enseñaba en televisión nacional cómo estornudar
correctamente.
Los que más han sufrido son aquellos que
subsisten del comercio informal, quienes han
visto reducidos significativamente sus ingresos |
Por su parte, el jefe de Gobierno del Distrito Federal,
Marcelo Ebrard, rechazó las hipótesis de que la epidemia
“nunca existió” y sólo se trataba de un complot político y
empresarial; aseguró que semejantes afirmaciones son
irresponsables y que México manejó con transparencia
el hecho de que estaba pasando por una crisis sanitaria.
Las consecuencias
internacionales
Uno de los
hechos de la política exterior con más destaque en los
últimos días, fueron las declaraciones del pasado 4 de mayo
del embajador de Argentina en México, Jorge
Yoma, quien ofreció disculpas en nombre de la ministra
de Salud argentina, Graciela Ocaña, por haberse
referido a este país como un “hermano enfermo”.
Además,
justificó la suspensión de vuelos entre ambas naciones ya
que aseguró que Argentina no estaba preparada para
una nueva crisis sanitaria y ni siquiera contaba con la
infraestructura de salud necesaria.
En
reiteradas ocasiones, señaló que Argentina sólo tiene
agradecimientos para México porque este país recibió
a muchos refugiados de la dictadura.
También,
este martes 6 de mayo partió de México un avión
fletado por el gobierno de China con más de un
centenar de turistas, estudiantes y empresarios chinos, con
destino a esa nación, los cuales viajaron con mascarillas y
guantes.
En
México se está esperando la llegada de un avión que
traerá de territorio chino a un centenar de mexicanos que
habían sido sometidos a aislamiento “como medida
preventiva”.
Las
relaciones bilaterales con China a raíz de este
incidente se han tensado, así como con otras naciones
latinoamericanas que suspendieron sus vuelos a México,
como la ya mencionada Argentina, además de Cuba,
Perú y Ecuador.
A raíz del
bombardeo mediático a nivel mundial sobre la crisis de salud
en México, muchos mexicanos y turistas que visitaron
el país en los últimos días antes del brote han sufrido en
el extranjero discriminación, aislamiento y malos tratos.
Caerá el PIB
El Producto Interno Bruto (PIB) puede contraerse entre
0,3 y 0,5 puntos adicionales debido a la epidemia.
El temor a una caída mayor del PIB nacional por culpa del
virus
AH1N1 aumentó
después de observarse los graves efectos en el turismo y el
transporte, y por el hecho de que los restaurantes de la
capital tuvieran que parar su actividad para evitar
contagios.
El secretario de Hacienda, Agustín Carstens,
indicó que prevé pérdidas
de unos 2.266 millones de dólares como consecuencia de la
contingencia, además, de una reducción de 757 millones de
dólares en los ingresos tributarios.
La economía
de la capital mexicana ha perdido 50 millones de dólares
diarios, principalmente por la caída en la actividad de
hoteles y centros de recreación, informó la Cámara de
Comercio de la Ciudad de México.
Por supuesto, los que más han sufrido son aquellas personas
que subsisten del comercio informal, quienes han visto
reducidos significativamente sus ingresos.
La lección
El rector
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
José Narro Robles, ha señalado que la epidemia de
influenza debe dejarle al país importantes lecciones para
reforzar el sistema público de salud y la investigación
científica.
“México necesita contar con un verdadero
sistema nacional de salud” (José Narro Robles) |
En un texto
del rector leído por Ramiro de Jesús Sandoval,
director de Servicios a la Comunidad de la UNAM,
durante la instalación del Consejo para la Recuperación
Sanitaria y Económica de la Ciudad de México sostuvo:
“Muchas cosas traducen el comportamiento ante la epidemia.
Por una parte, la necesidad de revisar a fondo nuestro
sistema de salud. Requerimos de mayor eficiencia, de
respuestas más oportunas, de una articulación más
contundente”.
La cabeza
de la máxima casa de estudios del país remató: “México
necesita contar con un verdadero sistema nacional de salud.
Con un sistema público, de cobertura universal, con
capacidad de respuesta en los servicios personales y también
en los colectivos, descentralizado pero coordinado, con
sistemas de vigilancia epidemiológica pertinentes, incluida
una red de laboratorios de salud pública de alta calidad”.
La falta de
estos últimos contribuyó a que el gobierno fuese incapaz de
comunicar el verdadero número de casos que fueron
ocurriendo.
Narro destacó
la necesidad de “entender que la verdadera inversión del
país se tiene que dar en la educación superior; en la
investigación científica; en los proyectos que apuntalen la
soberanía nacional; en aquellos que atenúen, hasta hacer
desaparecer, nuestra dependencia del exterior”.
Así, luego
de esta dura lección, México intentará levantar
cabeza, aunque los epidemiólogos han advertido que debe
darse continuidad a las medidas preventivas ya que en otoño
puede ocurrir el “rebrote” de la enfermedad.
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