Del 18
al 22 de agosto el Centro Internacional de Formación de la OIT en Turín, Italia,
organizará un curso para el fortalecimiento de las organizaciones sindicales en
el sector de la pesca. La Secretaría Regional Latinoamericana de la UITA
propició la participación de un representante de los trabajadores del sector
pesca de Nicaragua, organizados en la Comisión Nacional de Trabajadores del Mar.
Esta Comisión, que reúne a diferentes sindicatos de
pescadores artesanales de todo el país, actualmente está trabajando activamente
con el Frente Nacional de los Trabajadores (FNT) para llegar a conformar
cuatro diferentes Federaciones de la Pesca que, según el proyecto, se
organizarían en el futuro en una Confederación Nacional con el propósito de dar
respuestas concretas a los graves problemas que afectan a este sector.
Para conocer la situación que vive la pesca en Nicaragua
y profundizar sobre la importancia de participar en este curso promovido por la
OIT, Sirel conversó con Eduardo Altamirano Zapata,
coordinador de la Comisión Nacional de Trabajadores del Mar que integra la Mesa
de Pesca del FNT.
-¿Cuál es la situación del
sector pesca en Nicaragua?
-Tenemos 21 mil trabajadores artesanales que, en la mayoría
de los casos, manejan una economía que involucra a toda la familia para poder
sobrevivir. Este sector fue golpeado y abandonado por los gobiernos neoliberales
a lo largo de 16 años, y subsiste con altos índices de analfabetismo y sin
cobertura de la Seguridad Social. En la mayoría de los casos los pescadores son
víctimas de las políticas de acopio implementadas por las grandes empresas que
existen en el país, y en esta condición nunca lograrán salir a flote, porque son
otros los que imponen los precios.
Otro de los grandes problemas es que en los últimos años el
costo del combustible y de los repuestos para motores se ha disparado e
incrementa enormemente los gastos fijos de los pescadores. Tenemos también que
enfrentarnos al problema de los desalojos de pescadores a causa de la
construcción de grandes mansiones particulares a la orilla de las playas del
país, como es el caso de Miramar, en la zona de Puerto Sandino, y
en Poneloya, en la costa sobre el Pacífico. En las mismas zonas ya se
está hablando de proyectos turísticos que podrían afectar ulteriormente el
atraco de las lanchas. Nos sentimos cada día más arrinconados, y las autoridades
ni siquiera nos están ofreciendo alternativas a esta situación.
-¿Qué medidas están tomando
para hacerle frente a estos problemas?
-Con respecto al combustible, estamos pidiendo al gobierno un
subsidio para los pescadores artesanales. Hicimos un censo y constatamos que la
pesca artesanal consume 1,2 millones de galones mensuales, y a través del
Instituto Nicaragüense
de la Pesca y Acuicultura (INPESCA) introdujimos un escrito para lograr
ese subsidio.
Uno de nuestros sueños más
grandes es tener una empresa de acopio propiedad de los
trabajadores, con sucursales en diferentes zonas de la costa, para
eliminar los intermediarios que matan nuestros esfuerzos |
Por otra parte, se está luchando para introducir en la
Asamblea Nacional un proyecto de ley para la tutela de los derechos de las
comunidades pescadoras que históricamente han ocupado la playa para su
subsistencia.
Con respecto al tema de la crisis de la pesca creemos que la
organización sindical va a ser el principal y más importante instrumento para
salir de esta situación de abandono. Ya hemos conformado diferentes sindicatos,
y con el apoyo del FNT y de otras centrales y confederaciones solidarias
con nuestra lucha, estamos trabajando para conformar la Federación de
Trabajadores del Mar de Occidente, que será constituida por siete
sindicatos. Luego nos trasladaríamos al sur, donde ya tenemos dos sindicatos y
estamos en proceso de concretar aún más, para conformar la Federación de
Trabajadores del Mar del Sur. También será realizado un esfuerzo en la Costa
del Caribe para fundar otras dos federaciones en las Regiones Autónomas del
Atlántico Norte y Sur -RAAN y RAAS. Una vez que estén constituidas
estas cuatro federaciones, vamos a conformar la Confederación de los
Trabajadores del Mar de Nicaragua.
Hay también cooperativas de pescadores artesanales que ya
están afiliadas a nuestros sindicatos. En Corinto, por ejemplo, ya
tenemos tres sindicatos que abarcan la pesca artesanal, la industrial, y los
marinos de buques mercantes.
Estamos también recibiendo el apoyo de la UITA, y
logramos involucrarnos en las estructuras públicas como las Comisiones de Pescas
Municipales, las Regionales y también en la Comisión Nacional de Pesca.
-¿Qué más están planeando?
-Uno de nuestros sueños más grandes es lograr algún día tener
una empresa de acopio que sea de propiedad de los trabajadores, con sucursales
en diferentes zonas de la costa, para eliminar los intermediarios que son los
que matan nuestros esfuerzos. Actualmente hay tres grandes acopiadoras:
NICAFIS, EXPOMAR y NEPTUNO, y son las que se llevan todas las
riquezas.
Otro tema que nos preocupa mucho es la situación de los buzos
en la Costa Caribe, quienes son explotados y sufren el maltrato de las empresas
pesqueras internacionales. No hay medidas de seguridad y para poder ganar un
poco más, no siguen las medidas básicas del buceo a pulmón, resultando muchas
veces afectados severamente en su salud. En ese caso también se está tratando de
introducir un proyecto de ley para la prohibición del buceo a pulmón cuando no
existen las medidas internacionales de seguridad e higiene ocupacional
adecuadas.
-¿Qué importancia va a tener su
participación al curso para el fortalecimiento de las organizaciones sindicales
en el sector de la pesca organizado por la OIT?
-Es una ocasión importante que nos facilitó la UITA y
que nos permite crecer. Además, vamos a aprovechar de la ocasión para tratar de
establecer relaciones para el apoyo a este sector en Nicaragua.
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