El 21 de
julio de 2008 los trabajadores y trabajadoras de Lido
Pozuelo (propiedad de la transnacional de origen mexicano
Bimbo) notificaron a la Secretaría de Trabajo y Seguridad
Social y a la empresa la constitución de un sindicato. Como
represalia, al día siguiente Bimbo despidió a 62 empleados.
Sirel dialogó al respecto con Daniel Durón, secretario
general de la Central General de Trabajadores de Honduras
(CGT), que está apoyando la movilización del personal de
Lido Pozuelo.
-¿Cómo
comenzó este conflicto?
-Esta es una
empresa que tiene aproximadamente 450 trabajadores y
trabajadoras, de los cuales el 98 por ciento son hondureños.
Hace tres meses la transnacional de origen mexicano Bimbo
adquirió la empresa panificadora Lido Pozuelo, que
estaba en manos de accionistas locales. Los trabajadores
decidieron organizarse en un sindicato e hicieron los
trámites respectivos hasta llegar a la notificación a la
Secretaría de Trabajo y a la empresa, solicitando en el
mismo momento la protección del Estado a la que tienen
derecho los trabajadores y trabajadoras en estas instancias.
-¿Cuál
fue la reacción de la empresa?
-Inmediatamente despidió a 62 obreros y obreras, incluyendo
mujeres embarazadas. Se trata de trabajadores que tienen
entre 10 y 15 años de antigüedad en la empresa con
salarios de 175 dólares mensuales que ni siquiera alcanzan
al mínimo nacional. Desgraciadamente esto es algo
relativamente habitual en nuestro país. Hay muchas
patronales antisindicales.
-¿Cómo
han respondido ustedes?
-Los
compañeros y compañeras de Lido Bimbo, con el apoyo
de otros sindicatos, hemos rodeado el predio de la planta y
desde hace ocho días estamos bloqueando el acceso y la
salida. Varias organizaciones solidarias están
proporcionando alimentos, y apoyo físico y moral a los
compañeros para ayudarlos a resistir, ya que la empresa está
apostando al desgaste del movimiento.
-¿La
fábrica está funcionando?
-Está
completamente detenida y no produce desde ese momento.
-¿Han
tenido algún diálogo con la empresa?
-Para nada.
Fueron convocados por el Ministerio de Trabajo para una
reunión de mediación a la que no asistieron. Ellos
presentaron ante esa Secretaría un recurso de nulidad contra
el sindicato, el cual carece de cualquier fundamento real.
Por nuestra parte, estamos presionando para que la
Secretaría de Estado ratifique la protección legal que el
Estado debe asegurarle a los trabajadores organizados, y
estamos seguros de que desechará el recurso presentado por
los abogados de la patronal. Su intención es destruir el
sindicato, pero los trabajadores cuentan con el respaldo
total de nuestra CGT.
-¿Antes
de que Bimbo comprara esa planta no había allí un sindicato?
-Hubo varios
intentos, pero siempre los desbarataron, los reprimieron.
Esta vez se consiguió finalizar los trámites y presentar el
sindicato oficialmente, por lo que esta represión ya es
mucho más violenta y grave que las anteriores. Se trata de
una negación directa y clara de los derechos sindicales.
-¿Cuál es
el ánimo del personal?
-Muy
positivo. El conflicto ya ha trascendido a la prensa, se han
hecho varios llamados a la solidaridad. Estamos luchando
contra una transnacional poderosa, y estamos fortaleciendo
nuestras filas para resistir. En ese sentido, es muy
importante la solidaridad internacional y el apoyo del
movimiento sindical.
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