En el marco
de una larga y difícil negociación que había
sido interrumpida, la Unión de Trabajadores
del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de
la República Argentina (UTHGRA) inició el
pasado lunes 4 un plan de movilizaciones
recibiendo una brutal represión policial que
dejó decenas de heridos y detenidos. Sirel
dialogó con Norberto Latorre, secretario de
Finanzas de UTHGRA y presidente del Comité
Mundial del Departamento Profesional de
Trabajadores de Hoteles, Restaurantes, Catering y Turismo (HRCT)
de la UITA, quien informó sobre este grave
episodio.
-¿Cómo comenzó la protesta
del lunes 4?
-Empezó en la mañana con una
distribución de volantes en Puerto Madero,
una zona de restaurantes y hoteles de Buenos
Aires. Allí nos concentramos frente al
Hotel Sheraton porque es la
principal empresa de los hoteles cinco
estrellas que se opone al aumento salarial
que estamos reclamando. Manifestamos
pacíficamente, haciendo ruido con bombos y
petardos de estruendo. Luego nos retiramos
hacia la Federación Empresaria Hotelera
Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA),
distante a unos dos kilómetros, adonde
fuimos en buses, sin cortar calles ni
entorpecer el tránsito.
-¿Qué pasó allí?
-Cuando llegamos nos
encontramos con la sorpresa de que la
manzana estaba vallada por los cuatro
costados y no podíamos llegar frente a la
FEHGRA como lo hemos hecho siempre.
-Esto habitualmente no es
así…
-Claro que no. Hugo Moyano*
toma fábricas, toma negocios, corta rutas y
nunca hay un policía. ¿A nosotros sí nos van
a reprimir de la forma tan violenta en que
lo hicieron? ¿Por qué razón? Creo que fue
una decisión política del gobierno,
concretamente del Ministerio del Interior,
dirigida contra nuestro secretario general,
Luis Barrionuevo, y los trabajadores
hoteleros y gastronómicos. Ellos lo han
desmentido, pero nosotros nos preguntamos:
¿quién mandó a la Policía contra nuestra
manifestación pacífica si no fue el
Ministerio del Interior? ¿Quién mandó las
tanquetas con hidrantes?
-¿Cómo ocurrieron los
incidentes?
-Nuestra manifestación iba a
ser pacífica, y los empresarios simplemente
pidieron un servicio normal de protección
policial en la Comisaría del barrio que
habitualmente delega algunos agentes para
esa tarea. Pero nos encontramos con los
comandos antimotines armados con palos,
balas de goma, gases y con tanquetas
hidrantes, esto es, con un operativo
completamente exagerado, desproporcionado en
calidad y cantidad por parte de la Policía.
Cuando nuestros militantes hicieron apenas
un amago de pasar la valla la Policía
reaccionó agresivamente y nuestra gente
respondió con medios totalmente
circunstanciales, con lo que tenía en el
momento. La nuestra fue una reacción de
defensa ante el ataque de la Policía.
-¿Cuál fue el saldo de esa
represión?
-Nos dieron muy duro, porque
tuvimos 35 heridos, uno de ellos quizás
pierda una vista, y varios permanecen
internados en el sanatorio Güemes. Además,
detuvieron a 70 compañeros que ya fueron
liberados pero que pasaron una mala noche en
los calabozos de la Policía. Esto, por
supuesto, de ninguna manera nos intimida.
Antes bien, ahora nos sentimos aún más
fuertes, más motivados para seguir luchando
por nuestro derecho constitucional de
protestar y reclamar en defensa de nuestros
intereses como trabajadores.
-¿Cuáles son los reclamos de
UTHGRA en este momento?
-Un aumento salarial del 30
por ciento que fue negado hasta ahora por
los empresarios. A partir de estos
incidentes, hemos sabido que dos hoteles
cinco estrellas han expresado su voluntad de
negociar y los empresarios agrupados en la
FEHGRA, que representan el 90 por
ciento de la actividad, se reunirán el
viernes 8 para probablemente decidir que se
reinicie la negociación.
-¿Cómo está impactando la
crisis mundial al sector en Argentina?
-En nuestra actividad lo que
hay es sobre todo una campaña mediática de
las empresas que se escudan detrás de ese
argumento para negar el aumento salarial. Si
bien es cierto que en 2009 no se repetirán
las cifras de actividad de años anteriores,
también lo es que entre 2003 y 2008 el
sector acumuló muy buenas ganancias. En este
período acopiaron un colchón suficiente como
para acordar el aumento que estamos
reclamando. Además, las cancelaciones de
reservas que se han registrado no llegan al
30 por ciento, y un hotel con el 50 por
ciento de ocupación tiene un buen superávit.
Cualquier hotel cinco estrellas o con más de
100 habitaciones con el 30 por ciento de
ocupación no está perdiendo. Tenemos
experiencia en ese sentido porque como
sindicato manejamos cuatro hoteles y
conocemos los costos que tiene cada uno.
Ellos han trabajado desde el 2006 con un 90
por ciento de ocupación como promedio anual,
así que no aceptamos que nos nieguen un
aumento que simplemente pretende que los
trabajadores y trabajadoras recuperen el
poder adquisitivo que perdieron con la
inflación pasada.
-¿Cuáles serán los pasos
siguientes?
-Tenemos que evaluar si
cambiaremos de estrategia o no, pero vamos a
continuar con nuestra lucha y aún más
motivados que antes. Probablemente nos
encaminemos a tomar acciones directas por
empresa y después a implementar paros a
nivel regional y nacional si es necesario.
Los salarios de los trabajadores y
trabajadoras ya no llegan a cubrir todo el
mes, y por eso tenemos un fuerte nivel de
adhesión y lo tendremos aún más a medida que
pase el tiempo.
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