El Centro
Humboldt, con el apoyo de la
Coalición para la Defensa de los Derechos de las y los
Trabajadores de la Maquila (CDDL),1
presentó el estudio “La Industria Textil Vestuario y sus
implicaciones socioambientales en Nicaragua”, en el cual
se puso en evidencia una vez más que las empresas de
Zona Franca, o maquilas, están afectando
gravemente el ambiente y la sociedad en su conjunto,
quedando impunes por la falta de beligerancia de las
autoridades nicaragüenses
Angélica Alfaro |
Desde 1993 los gobiernos de Nicaragua estimularon la
inversión de las Zonas Francas, con el fin de promover
el desarrollo económico y la generación de empleo. En la
actualidad las empresas textiles en régimen de Zona
Franca cuentan con 54 mil trabajadores y trabajadoras a
nivel nacional, generando exportaciones al mercado
estadounidense por un monto de 700 millones de dólares.
El estudio presentado por la licenciada Angélica Álfaro,
Oficial de Industria del Centro Humboldt, cuyo
desarrollo tomó más de un año, detectó graves
afectaciones ambientales en 18 parques industriales,
ubicados en cinco departamentos del país –donde se
concentra el 80 por ciento de las zonas francas del
sector textil vestuario– y que albergan un total de 43
empresas. Además de los daños ambientales fueron
detectadas repetidas violaciones a las normas, decretos
y leyes ambientales de carácter nacional.
Según Álfaro, “Para poder construir las instalaciones
y posteriormente operar en el país, estas empresas deben
realizar un Estudio de Impacto Ambiental (EIA)
para la obtención del Permiso Ambiental (PA),
otorgado por el Ministerio del Ambiente y de los
Recursos Naturales (MARENA). El estudio –continuó
Álfaro– detectó que de 27 zonas francas incluidas
en doce parques industriales de todo el país, sólo 14
cuentan con el Estudio de Impacto Ambiental, el Permiso
Ambiental y el Plan de Gestión Ambiental, mientras que
tres tienen un Plan Gradual de Reducción de la
Contaminación Industrial. Diez de las empresas
investigadas no cumplen con ninguno de estos requisitos,
quedando de esta manera totalmente ilegales, y ocho de
estas empresas tienen procesos administrativos abiertos
–dos de ellas, Nien Hsing y Chentex Garment,
hasta tienen dos procesos administrativos en curso–.
Un estudio
detectó graves afectaciones ambientales en
18 parques industriales, en una zona donde
se concentra el 80 por ciento de las zonas
francas del sector textil vestuario |
Afectaciones ambientales:
las aguas residuales y
servidas
Con respecto a la contaminación ambiental, el estudio detectó
graves afectaciones indirectas por el vertido de las
aguas residuales. De 21 cuencas hidrográficas con que
cuenta el país, tres resultaron afectadas y sus aguas
llegan a importantes cuerpos receptores tales como el
lago Xolotlán o Managua, el lago Cocibolca o Nicaragua,
la laguna de Masaya y el Río Grande de Matagalpa.
“Se levantaron nueve muestras de aguas residuales –indicó
Álfaro– para verificar el cumplimiento
de parámetros del
Decreto
33-95 sobre ‘Disposiciones para el control de la
contaminación provenientes de aguas residuales
domésticas, industriales y agropecuaria’, y
cuatro muestras de aguas servidas, a fin de verificar el
cumplimiento de parámetros bacteriológicos. Las muestras
se levantaron en nueve empresas,2
y en casi todos los casos
indicaron que hay cantidades muy por encima de las
permitidas por el Decreto 33-95, en cuanto a los
parámetros de Sólidos Suspendidos Totales (SST),
Sólidos Sedimentales (SS), Demanda Química de
Oxigeno (DQO), Demanda Biológica de Oxigeno (DBO),
Sulfuros y Grasas y Aceites”, aseveró la especialista
del Centro Humboldt.
El estudio detectó también el manejo inadecuado de aguas
residuales. Se encontraron tuberías rotas (en Alpha
Textil), aguas residuales vertidas en aguas
superficiales y en los cultivos (en ZF Las Mercedes)
e infiltradas que drenan hacia el lago Xolotlán (ZF
Saratoga y Alpha Textil). Esta situación
provocó la clausura de pozos de agua de pobladores que
viven cerca de las zonas francas, un persistente mal
olor que afecta al ambiente y se detectaron enfermedades
respiratorias, dérmicas, digestivas, reumáticas y
auditivas en los habitantes de las zonas. Se comprobó
además la generación de cantidades de desechos sólidos (ZF
Las Mercedes), cuya disposición sin el debido manejo
se realiza en sitios ilícitos o en basureros municipales
que sobrepasan su capacidad, provocando a su paso
contaminación en suelos, aguas y atmósfera.
Otro grave problema tiene que ver con las aguas
servidas. Se encontraron fosas sépticas muy cercanas a
zonas pobladas y en la mayoría de los casos las muestras
salieron contaminadas con Coliformes fecales.
Estas aguas llegan hasta el lago Xolotlán.
Impactos sociales
Miguel Ruiz |
La actividad contó también con la participación de
miembros de la Coalición para la Defensa de los Derechos
de las y los Trabajadores de la Maquila (CDDL).
Miguel Ruíz,
de la CST-JBE, dijo que “Este estudio comprueba y
ratifica una serie de denuncias que desde hace muchos
años los sindicatos venimos denunciando. Queda
claramente demostrado que hay empresas, conocidas como
maquilas, que no respetan ningún tipo de
ley. Además de los sensibles efectos sobre el medio
ambiente, no podemos olvidarnos de los graves impactos
sociales en las y los trabajadores. Son empresas
–continuó Ruiz– que por más de 15 años han venido
explotando nuestra fuerza laboral, creando condiciones
favorables para su inversión a través de una serie de
concesiones que les han otorgado los gobiernos. Ahora se
dice que están exportando 700 millones de dólares al
año, pero nunca se quiere cuantificar los daños a
nuestro ambiente y a nuestra fuerza laboral. Recientes
estudios han demostrado claramente que después de diez
años de trabajo en una maquila, la mano de obra sale
enferma e incapaz de conseguir otro trabajo”.
Ruiz
advirtió que no está en contra de las inversiones, pero
que ellas deben ser serias, responsables, protegiendo
los derechos laborales, humanos y ambientales.
“Como CST-JBE hemos dicho muchas veces que existe
ese tipo de violaciones a las normas de seguridad e
higiene ocupacional y a las ambientales –agregó–. Con la
denuncia de hoy queremos también aclarar que las
organizaciones sociales y sindicales no deberían ser las
únicas que actúen en estos casos, sino que deben
involucrarse el gobierno, los medios de comunicación,
las universidades. Hay que buscar alternativas para
generar empleo, y queremos que el gobierno involucre a
todos los sectores e instancias para que, juntos,
encontremos una solución”, concluyó el directivo de la
CST-JBE.
Víctor Campos |
Terminando la actividad, Víctor Campos,
subdirector del Centro Humboldt, dio a conocer las
demandas que esta organización presentará a las
instituciones.
“No hay duda –dijo– de que existe un incumplimiento de
parte de las maquilas ante la pasividad y la
complacencia de las autoridades que tienen que ver con
el manejo del ambiente. Hay comprobación de una actitud
de irresponsabilidad ante las normas ambientales por
parte de la rama textil-vestuario, lo que representa una
amenaza a los recursos hídricos. Es por eso que el
Centro Humboldt está demandando a las autoridades de
gobierno, MARENA, MINSA y Procuraduría
Ambiental, que se coordinen para mantener vigilancia y
control efectivo en las zonas francas del país. Pedimos,
además, la revisión exhaustiva del monitoreo de las
aguas residuales y del cumplimiento de los requisitos
ambientales para la instalación y operación de zonas
francas por parte del MARENA. Que se tomen
medidas administrativas y penales, en aplicación de la
Ley de Delitos Ambientales, para aquellas zonas francas
que vierten aguas residuales y depositan desechos
sólidos en sitios ilegales, en perjuicio de los recursos
hídricos y suelos”.
Campos
recordó también que el Centro Humboldt ha enviado los
resultados del estudio a todas las instancias
gubernamentales relacionadas con el tema, y que ahora
espera que termine la actitud complaciente de las
autoridades, frente a más del 30 por ciento de las
maquilas que siguen incumpliendo las normas ambientales
y se instalan en el país sin ningún tipo de permiso.
|