Después
de la presión de los indígenas
amazónicos de Perú, el gobierno del país
retiró de la Justicia, el pasado 11, el
pedido de disolución de la Asociación
Interétnica de Desarrollo de la Selva
Peruana (AIDESEP).
La mayor entidad étnica de la nación
había amenazado abandonar la mesa de
discusión con el gobierno y retomar sus
protestas caso la decisión gubernamental
no fuese revista.
Los protestos en defensa de la propiedad del agua y la tierra amazónica
empezaron en mayo, un mes antes de la
represión policial que dejó 34 muertos
en Bagua.
Responsable por el anuncio del reculo,
el primer ministro peruano, Javier
Velásquez, explicó que el objetivo ha
sido "remover los obstáculos que
impedían avanzar" en el diálogo con los
indígenas. El ministro admitió que el
pedido de disolución, hecho en octubre,
se había convertido en una "traba para
la fluidez del diálogo". "Más importante
es el diálogo", reconoció.
Antes, el gobierno consideraba los dirigentes de AIDESEP
responsables por la violencia en la
Amazonia. "La responsabilidad es de una
persona y no de una institución, ese es
el motivo por el cual hemos retirado esa
solicitud", justificó Velásquez.
El Estado peruano ha desistido de la
medida después que los representantes
indígenas amazónicos, reunidos en 1.350
comunidades, amenazaron, en la semana
pasada, dejar la mesa de diálogo con el
gobierno, instalada para solucionar la
crisis en la Amazonia. El día 12 ha sido
el plazo dado por los indígenas para el
reculo del gobierno.
Para el secretario de la AIDESEP,
Saúl Puerta Peña, la medida del
gobierno "pretendería el debilitamiento
de los pueblos indígenas amazónicos,
para facilitar el acceso sin problemas
de los grandes intereses de las empresas
petroleras y mineras, y eso no es
amistoso".
Las protestas indígenas han sido
empezadas en mayo de este año, contra la
aprobación de un paquete de leyes que
modificaba la propiedad del agua y la
tierra amazónica.
En
junio, en uno de los mayores embates con
las fuerzas armadas una protesta dejó 34
muertos - 24 policías y 10 civiles - y
200 heridos en la ciudad de Bagua.
Preocupados con la persecución
internacional del caso, el gobierno
peruano aceptó componer una mesa de
diálogo para solucionar el conflicto con
los indígenas. Sin embargo, los
indígenas bloquearon las discusiones
después que el gobierno anunció su
pedido de disolución de AIDESEP.
Creada en 1980, AIDESEP es hoy la
mayor entidad étnica de la nación, con
350 mil personas. La asociación se ha
opuesto a los intentos del Gobierno de
abrir la Amazonia peruana a la actividad
de extracción de petróleo, gas y a las
empresas mineras.