Sudáfrica
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Buenos negocios y una mala noticia 
en Sudáfrica  | 
 
 
Nestlé revisó al 
alza sus previsiones de ventas para 2008, al tiempo que la compañía es 
cuestionada por tardar casi cuatro meses en alertar sobre un incidente en la 
producción de la fórmula para bebés Lactogen 1, en Sudáfrica, que podría 
implicar un serio riesgo de salud.
 
Nestlé, 
la compañía de alimentos más grande del mundo, acaba de corregir al alza sus 
perspectivas comerciales para 2008, luego de que el aumento promedio del 
precio de unos 10.000 productos en 3 por ciento y las excelentes ventas de 
chocolate para la fiesta de Pascuas mejoraran sus ingresos más allá de lo 
inicialmente previsto. Gracias a ello la compañía contrarrestó los precios 
crecientes de los commodities en los últimos 12 meses, tales como el 
cacao (+34 por ciento) y el café robusta (+ 77 por ciento). 
 
Según previsiones de la empresa, en 2008 los ingresos 
aumentarían en torno a 7,4 por ciento, acercándose así al buen resultado del 
año anterior. Los datos proporcionados no incluyen gastos o ingresos por 
concepto de adquisiciones, ventas de participaciones o fluctuaciones 
cambiarias. De cumplirse lo previsto, el resultado se enmarcaría en las 
previsiones de crecimiento anual de largo plazo, que la compañía fijó en 5 a 
6 por ciento. 
 
Los datos dejaron satisfecho al presidente saliente de la 
compañía, Peter Brabeck-Letmathe, como se desprende de su comentario: 
“El grupo inició el año 2008 con un crecimiento orgánico muy fuerte”. Debe 
sentirse igualmente contento al saber que algunos fondos de inversiones 
consideran que las acciones de la empresa suiza podrían mantenerse estables, 
incluso durante una posible recesión económica en Estados Unidos.
 
La mala noticia de la semana pasada se refiere a un incidente 
en la producción de la comida para bebés Lactogen 1 en Sudáfrica 
y el retraso de los responsables en ordenar el retiro del lote 
correspondiente de los locales de venta. Si bien el problema de producción 
se produjo el 6 de noviembre de 2007, recién la semana pasada la compañía 
alertó sobre el peligro de salud y llamó a retirar “inmediatamente” todas 
las latas de 400 gramos del producto que fueron fabricadas en la mencionada 
fecha. Aconsejó asimismo que aquellos niños que consumieron el producto sean 
controlados por un médico, aunque el producto no pondría en peligro sus 
vidas.
 
El sindicato sudafricano de los trabajadores de la 
alimentación (Food and Allied Workers' Union - FAWU) ha criticado el 
procedimiento de Nestlé, 
sobre todo el retraso de la compañía en retirar el producto, ya que 
“seguramente algunas personas lo han comprado y consumido”. Quienes tomaron 
las decisiones deberían asumir sus responsabilidades, “si se comprobara la 
existencia de un efecto negativo sobre la salud de las personas”.