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28 de abril:  
Día 
internacional de la salud 
y la seguridad en el trabajo 
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                    La precariedad en el trabajo, la 
                    subcontratación, las prolongaciones de jornadas, la escasa 
                    inversión en prevención o la falta de formación son algunos 
                    de los factores que continúan incidiendo sobremanera en la 
                    siniestralidad laboral. El año pasado se produjeron en 
                    nuestra región 132.015 accidentes laborales con baja, lo que 
                    supone un 0,84 por ciento más que el año anterior, un ligero 
                    incremento que, sin embargo, no debe hacer olvidar que cada 
                    dos días fallece un trabajador y que cada día se producen 
                    más de 4 accidentes graves y 397 leves. El 28 de abril se 
                    celebra el Día Internacional de la 
                    Salud y la Seguridad en el Trabajo, una jornada en la que se 
                    destacarán esas inaceptables cifras y en la que, además, se 
                    pondrá énfasis en dos mensajes claves: hay que luchar para 
                    lograr un trabajo sano y seguro y para exigir que los 
                    empresarios asuman su responsabilidad en esta materia. Para 
                    Comisiones Obreras de Madrid, la salud laboral es 
                    absolutamente prioritaria.  
                    Según las estadísticas, en 2003 
                    hubo un 1,06 por ciento más de accidentes laborales leves y 
                    un 0,89 por ciento más de accidentes mortales en nuestra 
                    región, produciéndose una disminución en términos 
                    porcentuales en los sectores de agricultura e industria y un 
                    aumento en los de construcción y servicios. Los siniestros 
                    graves, además, disminuyeron un 16,88 por ciento respecto al 
                    año anterior, pero se incrementaron un 12,32 por ciento los 
                    accidentes "in itinere".  
                    A tenor de estas cifras, en 
                    términos relativos no se puede negar que la situación en 
                    nuestra región ha mejorado y prueba de ello es que el año 
                    pasado hubo 6.330,7 accidentados por cada 100.000 
                    trabajadores frente a los 6.403,7 por cada 100.000 
                    trabajadores registrados en 2002. Pero no hay que llamarse a 
                    engaño. La siniestralidad laboral continúa siendo un 
                    gravísimo problema que provoca sufrimientos y dolor para 
                    toda la vida, secuelas que determinan incapacidades de 
                    diversos grados, daños irreversibles, reducción o pérdida de 
                    la capacidad laboral y social así como múltiples 
                    dificultades en el entorno familiar de los trabajadores.
                     
                    A eso hay que añadir los daños 
                    derivados de las enfermedades profesionales, las patologías 
                    relacionadas con el trabajo que, generalmente, tienen una 
                    aparición lenta, a veces con períodos de latencia de 
                    décadas, que necesitan un sistema de gestión suficientemente 
                    sensible que atienda a estas peculiaridades para poder ser 
                    detectadas con fiabilidad.  
                    La falta de declaración de estas 
                    enfermedades por insuficiencia de los propios partes de 
                    baja, por irregularidades en los sistemas de declaración, 
                    por una ausencia de información de los distintos implicados, 
                    por el desconocimiento de los profesionales sanitarios de 
                    los factores de riesgo de origen laboral e incluso por los 
                    intereses y resistencias para su declaración por las 
                    empresas hace que su tratamiento sea, en muchos casos, muy 
                    difícil. Y eso que en Madrid, concretamente, se ha pasado de 
                    una incidencia de 37,12 por cada 100.000 trabajadores 
                    declarados en 1999 a 71,07 por cada 100.000 el año pasado. A 
                    pesar de esa notable diferencia, nuestra región sigue 
                    teniendo la tasa de declaración de enfermedades 
                    profesionales más baja del país, sólo superada por Ceuta y 
                    Melilla.  
                    Y por todo ello es por lo que la 
                    salud laboral continúa siendo un caballo de batalla 
                    fundamental para Comisiones Obreras de Madrid y un objetivo 
                    prioritario que, de forma especial, sale a la luz cada 28 de 
                    abril, Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el 
                    Trabajo.  
                    Este año, esa jornada gira en 
                    torno a dos mensajes muy concretos: hay que seguir luchando 
                    para conseguir que el trabajo sea sano y seguro y para que 
                    los empresarios asuman su responsabilidad en materia de 
                    salud y seguridad laboral.  
                    Generar 
                    debate  
                    Ambas reivindicaciones no se 
                    quedan, sin embargo, en meras proclamas generales, ya que 
                    cada una de ellas tiene una honda justificación. Con la 
                    primera, un trabajo sano y seguro, lo que se pretende es 
                    generar un debate para analizar hasta qué punto se tiene en 
                    cuenta la salud y la seguridad en los centros de trabajo. No 
                    sólo eso. Ese mensaje hace un llamamiento implícito para que 
                    organismos, instituciones y agentes sociales, desde todos 
                    los ámbitos territoriales, se impliquen realmente en la 
                    defensa de la salud y de la seguridad de los trabajadores y 
                    para que se adopten medidas políticas que generen acuerdos y 
                    actividades a largo plazo que sitúen la salud y la seguridad 
                    en el mundo laboral en un lugar prioritario.  
                    "Hay que concienciar a todo el 
                    mundo de que planificar la producción sin contar con la 
                    salud de los trabajadores y sólo teniendo en cuenta producir 
                    más es un gravísimo error que atenta no sólo contra el 
                    desarrollo sino también contra el progreso y la vida de los 
                    trabajadores", comenta el secretario de Salud Laboral de 
                    Comisiones Obreras de Madrid, Carmelo Plaza.  
                    Teniendo en cuenta esta premisa, 
                    la Secretaría de Salud Laboral luchará para que en todos los 
                    acuerdos que firme y desarrolle el sindicato la salud y la 
                    seguridad en los centros de trabajo sea una cuestión 
                    prioritaria y nunca ocupe un segundo lugar.  
                    Incluida en esta primera 
                    reivindicación, además, este año se quiere poner énfasis en 
                    los perjuicios que acarrea para la salud de los trabajadores 
                    la manipulación de los productos químicos, cuyo máximo 
                    exponente es el amianto. Y es que a pesar de estar prohibido 
                    ya su uso, aún quedan multitud de actividades en las que se 
                    manipula (arreglo de conducciones, demoliciones de edificios 
                    donde se ha utilizado el amianto como aislante o talleres de 
                    fundición, por ejemplo) y existen muchos trabajadores que 
                    han estado expuestos a él durante años.  
                    "Para tratar a los trabajadores 
                    que aún están expuestos al amianto, y a los que lo 
                    estuvieron en otro tiempo, lo que pedimos son planes de 
                    seguimiento y de vigilancia de la salud, que se investigue 
                    cualquier tipo de relación de las afecciones de esos 
                    trabajadores con el amianto y que haya una tutela con ellos 
                    porque a partir de ahora van a surgir muchos cánceres 
                    relacionados con este producto", explica la médico de la 
                    Secretaría de Salud Laboral, Carmen Mancheño.  
                    El trabajo de la Secretaría para 
                    luchar contra los riesgos químicos a los que están expuestos 
                    los trabajadores ha sido intenso desde hace años y la última 
                    prueba de ello es la reciente publicación de un estudio 
                    sobre la exposición laboral a agentes cancerígenos y 
                    mutágenos.  
                    La 
                    Administración como empresario  
                    Por otra parte, y también en pro 
                    de la salud de los trabajadores, este año se apuesta 
                    especialmente por la promoción de los centros de trabajo 
                    como lugares de desarrollo sostenible. La idea es combinar 
                    todas las políticas necesarias para evitar, en lo posible, 
                    que el mundo del trabajo empeore el medio ambiente y, por 
                    tanto, la calidad de vida de los trabajadores.  
                    El segundo gran mensaje que se 
                    quiere transmitir el próximo 28 de abril incide en la 
                    responsabilidad de los empresarios a la hora de tomar 
                    medidas que garanticen la salud y la seguridad de los 
                    trabajadores y la asunción de esas responsabilidades incluye 
                    tanto al sector privado como al público. Y es que, tal y 
                    como hacen hincapié en el sindicato, no hay que olvidar que 
                    las Administraciones, además de garantizar y reglamentar 
                    políticas que velen por la salud laboral, también son 
                    empleadores y responsables de la salud y seguridad de sus 
                    empleados y, en ese sentido, Comisiones Obreras exigirá 
                    siempre de ellas su responsabilidad como empresarios. 
                     
                    Respecto al sector privado, 
                    desde la Secretaría de Salud Laboral se destaca la 
                    importancia que tiene la reciente modificación del artículo 
                    24 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Ese 
                    artículo establecía de forma muy genérica (hablaba sólo de 
                    responsabilidad compartida) la coordinación en materia de 
                    salud y seguridad que debe reinar entre las empresas 
                    principales y las contratas y subcontratas.  
                    La modificación de ese artículo, 
                    demandada desde hace años por el sindicato, lo que hace 
                    ahora es delimitar las responsabilidades de cada una de esas 
                    empresas, estableciendo cuál es la que tiene cada una y sus 
                    obligaciones respecto a las demás. "Antes no se establecía 
                    concretamente qué coordinación tenía que haber entre ellas, 
                    ni qué información tenía que dar una empresa a otra en 
                    cuanto a evaluaciones de riesgo o planes de prevención, por 
                    ejemplo. Ahora sí se hace y además se establece un régimen 
                    disciplinario administrativo", explica el técnico superior 
                    de Prevención de Riesgos Laborales de la Secretaría, Miguel
                    Ángel Izquierdo.  
                    La entrada en vigor de esa 
                    modificación, que se producirá el próximo 1 de mayo, ha sido 
                    bien recibida por los responsables de la Secretaría, aunque 
                    no quieren echar las campanas al vuelo hasta comprobar su 
                    aplicación, algo de lo que estarán muy pendientes, sobre 
                    todo, en el marco del nuevo acuerdo que sustituya al actual 
                    Plan Director de Riesgos Laborales de la Comunidad de 
                    Madrid.  
                    Inspección 
                    de Trabajo y Fiscalía  
                    Estrechamente ligada a la 
                    exigencia de que los empresarios asuman su responsabilidad 
                    en la salud y seguridad de los trabajadores, el sindicato 
                    resalta la labor de la Inspección de Trabajo y de la 
                    Fiscalía en esta materia. Comisiones Obreras se ha venido 
                    personando como acusación popular en todos aquellos casos de 
                    accidente laboral muy grave o con resultado de muerte en los 
                    que se han atisbado indicios reales de responsabilidad 
                    empresarial. Hasta el momento, el sindicato se ha personado, 
                    a nivel estatal, en más de 80 casos que ha dado como 
                    resultado condenas de cárcel que suman 35 años a una 
                    treintena de empresarios.  
                    Los responsables de la 
                    Secretaría de Salud Laboral creen que, sin abusar, esta vía 
                    para defender los derechos de los trabajadores se debe 
                    seguir utilizando aunque, sobre todo, ponen especial 
                    hincapié en el papel que debe jugar la Inspección de 
                    Trabajo. Y es que para que un proceso judicial finalice 
                    bien, es muy importante que la actuación de la Inspección 
                    quede perfectamente reflejada en la realidad del accidente. 
                    Para ello es imprescindible que la Inspección actúe rápido, 
                    con criterio y con conocimiento no sólo del accidente sino 
                    también de las posibles vulneraciones de la Ley de 
                    Prevención que se hayan cometido.  
                    "Es fundamental que se escuche 
                    la reivindicación de Comisiones Obreras de que hay que 
                    triplicar el número de inspectores en nuestra región, porque 
                    es inaceptable que se esté atendiendo a más de dos millones 
                    de trabajadores con poco más de cien inspectores de Trabajo. 
                    Hay que situar nuestra ratio al mismo nivel que en Europa, 
                    es decir, hay que tener un inspector por cada 5.000 
                    trabajadores y no por cada 20.000 como ahora", asevera 
                    Carmelo Plaza.  
                    Por otra parte, el sindicato 
                    reconoce que los escasos recursos materiales y humanos con 
                    los que cuenta la Fiscalía de Madrid dificultan su tarea, 
                    pero eso no la exime, a juicio de Comisiones, para perseguir 
                    con más ahínco los delitos en materia de salud y seguridad. 
                    "Los fiscales y los jueces no acaban de entender el delito 
                    en materia laboral como un delito perseguible y hay que 
                    recordar que, en muchos casos, la vulneración de la Ley de 
                    Prevención de Riesgos Laborales termina costando la vida a 
                    algún trabajador", manifiesta Carmelo Plaza.  
                    Los frentes 
                    de trabajo  
                    El próximo 28 de abril, los 
                    titulares de la prensa y los informativos de radio y 
                    televisión se harán eco de la siniestralidad y de las 
                    enfermedades profesionales que padecen los trabajadores, 
                    pero esa jornada reivindicativa sólo será un grano de arena 
                    en la montaña que día a día levanta el sindicato para 
                    defender los derechos en materia de salud y seguridad en el 
                    mundo laboral. Y es que el quehacer de la Secretaría de 
                    Salud Laboral es continuo y muy amplio, y tiene prioridades.
                     
                    Una de ellas es la de nutrir a 
                    toda la organización del sindicato, a cada una de sus 
                    federaciones y comarcas, de todos los medios necesarios para 
                    paliar la problemática de los trabajadores en sus centros de 
                    trabajo. Específicamente, la Secretaría pone al servicio de 
                    toda la organización sus recursos técnicos y humanos para 
                    desarrollar funciones de asesoramiento y de búsqueda de 
                    soluciones a todos los problemas. Para ello cuenta con dos 
                    líneas de actuación.  
                    Fundación de 
                    Prevención de Riesgos Laborales  
                    La primera de ellas es la que 
                    está vinculada con la Fundación de Prevención de Riesgos 
                    Laborales, con la que mantiene este año dos convenios. Uno 
                    de ellos es el de asesoramiento y gracias a él se presta 
                    asistencia técnica, sobre todo, a los trabajadores de las 
                    pequeñas y medianas empresas en todo lo referente a salud 
                    laboral. Para desarrollar este convenio, la Secretaría 
                    cuenta con un equipo formado por cuatro técnicos superiores 
                    en prevención de riesgos laborales que, junto con los 
                    responsables de salud laboral de las federaciones y 
                    comarcas, hacen un seguimiento y un tutelaje en las empresas 
                    para lograr avances en la materia.  
                    El otro convenio es el de 
                    coordinación empresarial. En este caso, lo que se persigue 
                    es, por un lado, describir la situación en la que se 
                    encuentran las empresas, analizando aspectos como en qué 
                    actividades hay contratas o subcontratas, dónde se emplea a 
                    autónomos, cuál es el grado de externalización de la 
                    actividad o el del cumplimiento de la Ley de Prevención de 
                    Riesgos Laborales. Por otro lado, lo que se busca es 
                    dinamizar la salud laboral en todas las empresas que se 
                    visitan.  
                    "En este caso, lo que se hace es 
                    dar pautas a los delegados de prevención para que conozcan 
                    qué tipo de responsabilidades tiene la empresa y cómo tienen 
                    que comenzar la coordinación sindical. Lo que intentamos es 
                    que los delegados tengan una visión amplia de cómo está 
                    estructurado el mundo del trabajo y que ejerzan también un 
                    tutelaje y una coordinación con los trabajadores de las ETT 
                    o de las subcontratas que tienen sus empresas, porque esos 
                    trabajadores son los más desprotegidos", comenta Carmen 
                    Mancheño.  
                    Plan Director 
                    de Prevención de Riesgos Laborales  
                    La otra línea de actuación de la 
                    Secretaría está ligada al Plan Director de Prevención de 
                    Riesgos Laborales de la Comunidad de Madrid, un plan que 
                    finalizó el pasado 31 de diciembre. La patronal, la 
                    Administración regional, UGT y Comisiones Obreras se han 
                    dado un plazo de seis meses para aprobar una prórroga de 
                    nuevos acuerdos que sustituyan a ese plan. Mientras, se ha 
                    decidido que continúen funcionando los convenios de 
                    asistencia técnica que concretamente Comisiones Obreras 
                    tenía para cada una de sus federaciones y comarcas. "Eso 
                    quiere decir que en breve esperamos que empiecen a trabajar 
                    23 técnicos que estarán repartidos por cada una de nuestras 
                    siete comarcas y por cada una de nuestras once 
                    federaciones", explica Carmelo Plaza.  
                    El secretario de Salud Laboral 
                    de Comisiones Obreras de Madrid considera que el Plan 
                    Director puesto en marcha en nuestra región es bueno, 
                    "aunque no se ha podido desarrollar totalmente por falta de 
                    tiempo y por falta de responsabilidad y compromiso político 
                    del Gobierno regional, que no ha sido capaz de coordinar a 
                    las diferentes estructuras de la Administración para 
                    llevarlo totalmente a efecto".  
                    A pesar de ello, el sindicato 
                    resalta el hecho de que todas las partes implicadas en el 
                    plan estén de acuerdo ya en la necesidad de adoptar medidas 
                    no sólo a corto sino también a largo plazo. En este sentido, 
                    Comisiones Obreras, junto con UGT, va a defender la firma de 
                    un acuerdo a ocho años, una propuesta para la que espera 
                    encontrar apoyo en todos los grupos políticos con 
                    representación en la Asamblea de Madrid. De momento, el PP 
                    sólo apuesta por un acuerdo con vigencia de cuatro años, 
                    pero IU y PSOE no ven con malos ojos el plazo propuesto por 
                    el sindicato.  
                    "Creemos que es absolutamente 
                    necesario que todos los grupos se impliquen en ese acuerdo, 
                    así como que se coordine con las diferentes consejerías de 
                    la Comunidad de Madrid. Pero, además, creemos que también es 
                    absolutamente necesario desarrollar un acuerdo con la 
                    Federación de Municipios de Madrid para que se tomen las 
                    medidas oportunas en todos los ámbitos", comentan desde el 
                    sindicato.  
                    El objetivo de Comisiones en el 
                    marco del Plan Director no se restringe, sin embargo, a la 
                    prestación de asistencia técnica y asesoramiento. Los 
                    responsables de la Secretaría de Salud Laboral también 
                    persiguen la elaboración de estudios que puedan mejorar la 
                    situación actual y para ello consideran imprescindible 
                    abordar la problemática específica de los colectivos de 
                    jóvenes, inmigrantes y mujer así como el sector de la 
                    construcción, por ser el que registra mayor siniestralidad.
                     
                    Riesgos 
                    psicosociales  
                    Otro de los frentes de trabajo 
                    de la Secretaría en el marco del Plan Director se centrará 
                    en los riesgos psicosociales, aquellos que tienen que ver 
                    con la organización y la planificación del trabajo. La 
                    intención del sindicato, en este sentido, es luchar para que 
                    se reconozca que problemas como el estrés generado por la 
                    rapidez que se puede exigir en el trabajo, el acoso o las 
                    presiones psicológicas en el puesto laboral perjudican la 
                    salud de los trabajadores y son elementos que vulneran la 
                    Ley de Prevención de Riesgos Laborales.  
                    Para poder evaluar esos riesgos, 
                    el sindicato considera necesario aplicar en nuestra región 
                    el denominado método ISTAS 21, un método promovido por la 
                    Fundación del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y 
                    Salud (ISTAS) de CC.OO. con el que se evalúan aspectos como 
                    la satisfacción en el trabajo, las relaciones y las 
                    condiciones laborales. "Es un método que permite saber en 
                    qué falla la organización en el trabajo y el clima social, 
                    detectando los problemas que luego, y de acuerdo con los 
                    responsables de la empresa, podrán intentar solucionarse en 
                    el comité de salud", explica Carmen Mancheño.  
                    Búsqueda de 
                    soluciones  
                    Por otra parte, los responsables 
                    de la Secretaría se han propuesto trabajar para que los 
                    balances y cuentas de las empresas contemplen partidas 
                    presupuestarias específicas fijas destinadas a defender la 
                    salud y seguridad de sus trabajadores y no, como ocurre 
                    ahora, cuando únicamente se incluyen costes por seguridad 
                    cuando ha acaecido algún siniestro o incidente en la 
                    empresa.  
                    Junto a ello, la Secretaría 
                    iniciará a partir de ahora la búsqueda de soluciones para 
                    hacer frente a los problemas detectados en los estudios más 
                    recientes que ha elaborado, el de los agentes cancerígenos y 
                    el que se centra en el tiempo de trabajo, incidiendo, en 
                    este último caso, en combatir el trabajo por turnos donde no 
                    esté suficientemente justificado o en la supresión del 
                    trabajo nocturno solitario.  
                    Mutuas y 
                    enfermedades comunes  
                    Por último, las mutuas 
                    constituyen otra de las líneas de trabajo fundamentales. 
                    Comisiones Obreras aboga para que estas entidades 
                    desaparezcan de la gestión de la contingencia común, es 
                    decir, de la enfermedad y que todas las funciones que les 
                    asigna la legislación vigente en esa materia pasen a 
                    depender del sistema general de la Seguridad Social. 
                     
                    Esta reivindicación tiene su 
                    justificación. Las mutuas tradicionalmente se han hecho 
                    cargo, como entidades colaboradoras de la Seguridad Social, 
                    de la gestión tanto de la prestación económica y sanitaria 
                    de los accidentes como de las enfermedades profesionales, lo 
                    que se llama contingencias profesionales. Desde los últimos 
                    años, sin embargo, las mutuas también tienen competencias en 
                    prevención y en contingencias comunes. "Nosotros creemos que 
                    tiene que haber un mayor control de la prevención que 
                    gestionan ahora las mutuas y que las contingencias comunes 
                    deben volver al sistema público, porque si no lo que se está 
                    haciendo es una privatización de la sanidad", comenta Carmen 
                    Mancheño.  
                    De no atender la demanda del 
                    sindicato, los responsables de la Secretaría reivindican, al 
                    menos, que se establezca la codecisión, es decir, que cuando 
                    el empresario decida con qué mutua va a contratar la gestión 
                    de la contingencia profesional, al menos, informe al comité 
                    de empresa de su elección y estén los dos de acuerdo. De 
                    esta forma el cliente de la mutua será tanto el empresario 
                    como el trabajador, algo que redundará en el control de la 
                    prestación de los servicios.  
                    La salud 
                    laboral en la acción sindical  
                    "Es fundamental integrar todos 
                    los temas referidos a la salud laboral en la actuación de la 
                    acción sindical para concretarlo en la negociación 
                    colectiva. Queremos que en todas las negociaciones, además 
                    de hablar de salario y de jornadas, se hable de salud 
                    laboral, de organización del trabajo, de contratación y de 
                    formación porque todos estos aspectos inciden en la salud de 
                    los trabajadores".  
                    Esta es la decisión firme del 
                    secretario de Salud Laboral de Comisiones Obreras de Madrid, 
                    una propuesta en la que quiere que se implique toda la 
                    organización del sindicato y, especialmente, la Secretaría 
                    de Acción Sindical.  
                    Tiene sus razones. Hasta ahora 
                    en la negociación colectiva la salud laboral no ha sido una 
                    materia prioritaria y no hay que echar la vista muy atrás 
                    para recordar cómo muchos trabajadores cambiaban salud por 
                    dinero, es decir, asumían riesgos graves a cambio de pluses. 
                    Una vez que se haya conseguido erradicar esa práctica, el 
                    siguiente paso será, según Carmelo Plaza, fijar muy 
                    concretamente los ejes de la negociación colectiva. "Hasta 
                    ahora, en una negociación hablas de todo de forma genérica y 
                    eso no debe ser así. El eje de la negociación debe ser la 
                    defensa de un empleo estable, seguro y con derechos y, sobre 
                    eso, todo lo demás".  
                    Vigilancia 
                    específica de la salud  
                    En este sentido, los 
                    responsables de la Secretaría han elaborado ya incluso una 
                    batería de propuestas para incluir en la negociación 
                    colectiva. Las más importantes son éstas: que los delegados 
                    de prevención se puedan elegir fuera del ámbito de los 
                    delegados de personal; que esos delegados tengan un crédito 
                    adicional mensual de 20 horas para la realización de 
                    funciones específicas en materia de salud laboral; y que el 
                    derecho de los trabajadores a un medio de trabajo seguro y 
                    estable se articule, a través de la integración de la 
                    seguridad y salud laboral, en todos los estamentos de la 
                    empresa.  
                    Junto a ello, proponen que se 
                    realice una vigilancia de la salud específica y 
                    protocolizada para cada puesto de trabajo y para todos los 
                    trabajadores; que se reconozca a los comités y a los 
                    delegados de prevención sus competencias en temas 
                    medioambientales, como por ejemplo la reducción del uso de 
                    sustancias tóxicas, el ahorro eficiente del agua y la 
                    energía o el transporte colectivo; y que se creen comisiones 
                    paritarias de Salud y Seguridad en el Trabajo que, en el 
                    ámbito sectorial, desempeñen una función análoga a la de los 
                    Comités de Seguridad y Salud.  
                    Además de estas propuestas, la 
                    Secretaría hace hincapié en dos reivindicaciones: la 
                    creación de la figura del delegado sectorial y del delegado 
                    territorial de prevención, personas que permitirían llegar a 
                    las pequeñas empresas donde no existe representación 
                    sindical y con cuyo trabajo se lograría visualizar, con 
                    garantías, cuál es la situación de las pymes en materia de 
                    salud laboral.  
                    Atención a 
                    los colectivos con necesidades específicas  
                    Las nuevas formas de trabajo y 
                    las relaciones en el mundo laboral cambian y avanzan muy 
                    deprisa y, si se quiere prevenir antes que curar, la salud 
                    laboral debe ir por delante de ellas, pero con una premisa: 
                    atendiendo especialmente a los colectivos con necesidades 
                    específicas.  
                    Este es también uno de los 
                    objetivos prioritarios de la Secretaría de Salud Laboral, 
                    para cuyos responsables la atención a esos colectivos es 
                    imprescindible si se quieren evitar males mayores y corregir 
                    los errores y las deficiencias actuales. Estos son esos 
                    colectivos:  
                    Mujeres. La realidad demuestra 
                    día a día que, además de que las mujeres tienen una doble 
                    jornada laboral, ellas trabajan en sectores y realizan 
                    trabajos diferentes a los hombres, por lo que sus problemas 
                    de salud laboral son diferentes. Es constatable, por otra 
                    parte, que las mujeres sufren pocos accidentes de trabajo 
                    pero, en cambio, sí padecen muchas enfermedades 
                    profesionales relacionadas con trastornos repetitivos, con 
                    ritmos de trabajo muy monótonos y con factores de riesgo 
                    psicosociales y ergonómicos que los hombres no padecen.
                     
                    "Los riesgos visibles son los 
                    accidentes laborales pero las cargas, las posturas, el 
                    estrés o el acoso no son tan visibles, por eso los riesgos 
                    laborales de las mujeres pasan más inadvertidos pero eso no 
                    significa que no existan", comenta la médico de la 
                    Secretaría de Salud Laboral, Carmen Mancheño. Añadida a esta 
                    invisibilidad de sus problemas de salud laboral, la mujer se 
                    enfrenta además a la discriminación por razones de género y 
                    todo ello justifica con creces la intención de la Secretaría 
                    de atender con medidas concretas la salud y la seguridad de 
                    las trabajadoras.  
                    Jóvenes. Son numerosos los 
                    estudios elaborados por el sindicato en los que se demuestra 
                    que este colectivo padece condiciones de trabajo muy 
                    precarias, contratos abusivos y trabajos muy eventuales, 
                    unos factores que, unidos a la escasa formación y 
                    experiencia, los convierten en carne de cañón para aumentar 
                    las estadísticas de siniestralidad laboral.  
                    Inmigrantes. Es el colectivo 
                    donde se acumulan, sin lugar a dudas, todos los problemas 
                    del resto de grupos con necesidades especiales, unos 
                    problemas a los que, además, hay que añadir en muchos casos 
                    las trabas del idioma, de sus culturas y de su integración 
                    en la sociedad. La Secretaría de Salud Laboral cree 
                    prioritaria su atención en todos los ámbitos de la salud y 
                    la seguridad, especialmente a aquellos que trabajan en el 
                    sector de la construcción.  
                    Autónomos. Aunque la legislación 
                    actual permite incluir a estos trabajadores en el régimen 
                    general de trabajo si ellos aceptan, la Secretaría parte de 
                    la evidencia de que en el mundo laboral existen multitud de 
                    "falsos autónomos" que, en realidad, no trabajan de forma 
                    independiente sino por cuenta de otro.  
                    Partiendo de esa premisa, los 
                    responsables del sindicato creen que se debe luchar para que 
                    los autónomos tengan las mismas condiciones de trabajo que 
                    un trabajador "en nómina", para que se les aplique el 
                    convenio colectivo que rija a sus compañeros en plantilla y 
                    para que se les enajene de jornadas de trabajo a destajo, 
                    que suelen desembocar, tarde o temprano, en accidentes 
                    laborales o en enfermedades profesionales que, encima, no se 
                    les reconoce en las estadísticas.    
                    Milagros Díaz 
                    Madrid Sindical 
                    28 de 
                    abril de 2004     |