Aunque con avances
sanitarios y sociales
Persiste el drama de
miles de
ex trabajadores
azucareros
La plática de Sirel con
Carmen Ríos, presidenta de la Asociación Nicaragüense de Afectados por
Insuficiencia Renal Crónica (ANAIRC), se interrumpió bruscamente: por
teléfono le estaban informando que, tras varios días de agonía, acababa
de morir Roger Centeno, ex trabajador azucarero afectado por IRC. “Con
Roger son 2.868 los ex trabajadores que han fallecido en los últimos
años, y la situación es cada día peor”, comentó Carmen.
Carmen
Ríos |
En
estos días una delegación de ANAIRC tenía previsto viajar a
Managua para participar al VII Foro Mesoamericano de los Pueblos,
pero el grave estado de salud de muchos de sus afiliados obligó a
priorizar el apoyo a los enfermos y sus familias.
“Íbamos a participar en diferentes mesas temáticas como un
esfuerzo de nuestra asociación para capacitarse y poder crecer, ante la
posibilidad de presentar nuestro caso en la sesión del Tribunal
Permanente de los Pueblos (TPP) sobre agrotóxicos, que se
desarrollará en octubre en Guatemala. Lastimosamente, nuestra
participación será mínima, porque tenemos once compañeros que están
siendo tratados con hemodiálisis, nueve con diálisis, y hay algunos que
están a punto de fallecer. Es cierto –continuó Ríos– que somos
aproximadamente 400 los afiliados, pero nuestra lógica es que todos y
todas tenemos que estar pendientes de lo que le ocurre a los demás,
sobre todo cuando están en este estado tan deplorable”.
Según datos
proporcionados por ANAIRC, en las últimas semanas fallecieron 33 ex
trabajadores y actualmente hay otras seis personas agonizando, una de
las cuales falleció al día siguiente a esta entrevista.
Juan
Jesús Castellón |
Juan Jesús Castellón
trabajó 24
años en el Ingenio San Antonio, empresa de propiedad de la
Nicaragua Sugar Estates Ltd, perteneciente al Grupo Pellas.
“Trabajé de pailero cortando caña, regando agrotóxicos
y también de albañil y en el acarreo de caña. En el 2000 me di cuenta de
que estaba afectado y ya no pude seguir trabajando. Actualmente los
riñones se me están atrofiando: el derecho tiene un volumen del 88 por
ciento y el izquierdo del 82. Afortunadamente, con la ayuda de ANAIRC
logré que me dieran mi pensión. Gano 1.500 córdobas (78 dólares)
mensuales, lo cual no es suficiente para sobrevivir, pero ya es algo. La
situación es bien difícil –continuó Castellón– porque estamos
enfermos y además de la afectación a los riñones tenemos un sinnúmero de
enfermedades relacionadas que no nos permiten trabajar para mantener a
la familia”.
Pilar
Rodrigo Mendoza |
Situación similar es la que vive Pilar Rodrigo Mendoza.
Trabajó 36 años en el Ingenio San Antonio y dejó de hacerlo en
2000. Se desempeñó en diferentes áreas y como otros miles de
trabajadores azucareros, salió afectado por la IRC.
“Me dan una pensión de 1.600 córdobas (83 dólares), y tengo
la suerte de estar en el proyecto sanitario que impulsa la Asociación
Italia-Nicaragua, lo cual me ha permitido recuperar un poco mi
estado de salud. Nosotros queremos que el Ingenio San Antonio nos
indemnice por todo lo que ha pasado, para poder paliar un poco la
situación”, aseveró Mendoza.
Avances
en salud y pensiones
Si por un lado la
situación sanitaria de los ex trabajadores es muy grave, por el otro los
esfuerzos y la perseverancia de ANAIRC han permitido evidentes mejoras
en lo que se refiere a la atención médica, la disponibilidad de
medicamentos y la entrega de pensiones.
La perseverancia de ANAIRC han permitido evidentes mejoras
en la atención médica, la disponibilidad de medicamentos y
la entrega de pensiones |
“El Ministerio de Salud (MINSA) nos está dando
respuestas positivas. En Chinandega ya se abrió un centro de
diálisis, mientras que en Managua ya estamos introduciendo a personas
para que sean tratadas con hemodiálisis tres veces por semana. Además
del tratamiento –continuó Ríos–, el MINSA y el Instituto
Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) están dando el
medicamento. En el Centro de Salud de Chichigalpa la situación ha
mejorado mucho y ya no es un problema conseguir la Eritroproyectina, que
es uno de los medicamentos más importantes para los afectados. Si a esto
le agregamos el esfuerzo que desde hace un año lleva adelante la
Asociación Italia-Nicaragua, en términos de ayuda para los
medicamentos que no están incluidos en la canasta básica del MINSA,
podríamos decir que hemos logrado avances muy importantes”.
Muy positiva es también la situación de las pensiones para
los afectados y las viudas de la IRC.
“Desde 2005 hemos logrado que el INSS otorgara más de
4.300 pensiones, y en este último año hay que reconocer el esfuerzo que
hizo el INSS para resolver los casos que estaban pendientes.
Estamos hablando de pensiones que van de un mínimo de 800 hasta 7.000
córdobas (de 42 a 365 dólares), y la cantidad depende de diferentes
factores, como son el nivel de afectación, el salario devengado, entre
otros. Hemos logrado el 98 por ciento de las pensiones que
estaban pendientes de aprobación, y
ahora nos vamos a concentrar exclusivamente en los trámites para
aquellas personas que acaban de salir afectadas. De esta manera
–concluyó la presidenta de ANAIRC– creemos que les hemos cumplido
a los trabajadores y a sus familias”.
Un
capitulo abierto: la indemnización
“Actualmente los riñones se me están atrofiando: el derecho
tiene un volumen del 88 por ciento y el izquierdo del 82” |
Para ANAIRC el tema que todavía queda pendiente y al
cual los ex trabajadores azucareros no quieren renunciar es la
indemnización para los daños a su salud.
“Hemos enviado nueve cartas al señor Carlos Pellas
para que pudiésemos reunirnos y comenzar una negociación, pero hasta el
momento no hemos tenido respuesta”, recordó Carmen Ríos.
“En los próximos días vamos a enviar otra carta a la empresa,
y también tenemos pensado pedirle a la UITA, de la cual somos
integrantes, que nos apoye y respalde en nuestra demanda,
solicitándole
al Presidente de la República que haga de facilitador para que esta
reunión se lleve a cabo”.
En caso continuar el silencio y el aparente desinterés por
parte del Grupo Pellas, ANAIRC está lista para
movilizarse, tomando en cuenta también la posibilidad de lanzar una
campaña a nivel nacional e internacional.
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