De acuerdo con un comunicado oficial del 27 de agosto el
Programa Mundial de Alimentos de las Naciones
Unidas (PMA), ha iniciado "un
emprendimiento conjunto con los/as empleados/as
de Unilever -el gigante industrial-
quienes donarán un porcentaje de su remuneración
para ayudar a combatir el hambre infantil en
Pakistán". El anuncio que afirma además que
"alrededor de 600 empleados/as de Unilever"
han asumido un compromiso financiero con el
programa, presenta ciertos aspectos intrigantes.
La "alianza mundial" de Unilever con "Together
for Child Vitality", del PMA ya fue
anunciada en el año 2007. En ese momento,
Unilever declara que "Espera que sus
empleados/as tengan un papel fundamental en esa
relación".
Aparentemente, ya ha obtenido el apoyo de los/as
empleados/as. De hecho, de casi todos/as.
¿Cuántas personas trabajan en realidad para Unilever
Pakistan? Esto depende de quién lo quiera
saber y por qué motivo. De acuerdo con un ítem
en la página web de la compañía de abril del
2007, Unilever Pakistán y Unilever
Pakistan Foods "... tienen 5 plantas de
manufactura de propiedad total y 7 en tercería
en todo Pakistán y emplean alrededor de 1.500
personas en su nómina y muchos miles en forma
indirecta".
En el curso de semanas una de estas plantas aparentemente
desapareció porque el mismo sitio web declaró
que: "La compañía opera a través de 4 oficinas
regionales, así como 4 de propiedad total y 6
plantas de manufactura en tercería en todo
Pakistán".
Pero en ocasión de una respuesta a una medida de la UITA
ante la OCDE, en la que se acusaba a la
compañía de una abusiva utilización de contratos
de trabajo temporario con el fin de impedir la
organización de sindicatos, el Director de
Recursos Humanos en Pakistán, Sr Haroon
Waheed escribió en octubre de 2007 que la
compañía emplea directa e indirectamente a más
de 8.000 personas en 5 fábricas y oficinas en
todo el país.
Tomemos entonces la cifra de 8.000. El problema es el
siguiente: de las 8.000 personas involucradas en
la fabricación de productos Unilever en
Pakistán, sólo 371 están directamente
empleadas por Unilever. La norma en todas
las operaciones de la empresa es una intensa
utilización de trabajadores eventuales,
temporarios y suministrados por agencias de
contratación, cuyos contratos no les
proporcionan seguridad laboral alguna, y sí una
remuneración y beneficios inferiores a los de
los formalmente empleados por Unilever.
El gigante de la industria, cuyos productos y
publicidad se encuentran en todas partes (hasta
en la ONU), tiene una nómina
miniaturizada.
Por ejemplo, en la Fábrica de Té Khanewal de
Unilever, hay 22 trabajadores permanentes y
1.000 empleados eventuales. Los eventuales son
empleados a través de agencias de contratación
de empleo, por lo cual, legalmente, no trabajan
para Unilever y reciben menor
remuneración y beneficios que aquellos/as (22)
que sí están empleados por Unilever,
aunque trabajan junto a esos 22 para producir el
mismo té de marca Unilever. Y como no son
empleados de Unilever, no tienen derecho
a formar parte de un sindicato de trabajadores
Unilever ni a negociar con la compañía en
cuyas fábricas producen los productos
Unilever.
En la Fábrica de Helados Walls en Lahore, por
ejemplo, (aún) existen 89 trabajadores/as
permanentes, y 750 trabajadores/as empleados de
manera eventual.
La fábrica de té Lipton en Karachi empleaba
anteriormente 132 trabajadores/as permanentes y
450 eventuales – hasta el 31 de agosto de este
año, cuando la planta fue convertida en un
depósito y la producción de bolsitas de té
Lipton fue trasladada (de un plumazo) a una
fábrica cercana que emplea exclusivamente
trabajadores contratados a través de agencias de
empleo. Se les dijo (en "negociaciones") a los
trabajadores/as de la restante fuerza laboral
permanente que si no aceptaban un esquema de
indemnización por despido, serían despedidos sin
beneficios y la policía y los paramilitares los
sacarían por la fuerza de la fábrica.
En el centro del "emprendimiento" PMA/Unilever está la
promoción de la margarina "Blue Band", la
cual según Unilever proporciona
excepcionales beneficios nutricionales y hasta
educativos.
¿Quién fabrica Blue Band? No lo hace Unilever,
sino Dalda Foods. En el 2004, Unilever
Pakistán vendió su planta de marca Dalda
en Karachi a un grupo de anteriores
gerentes de la empresa, quienes se incorporaron
como Dalda Foods (Pvt.) Limited. Dalda
fabrica Blue Band bajo licencia de
Unilever (que presumiblemente cobra
honorarios por la licencia de la marca comercial
registrada "Blue Band"). Se pensaría
entonces que si los trabajadores/as de
Unilever no fabrican Blue Band, los
trabajadores/as de Dalda lo hacen. Pero,
según Dalda, no lo hacen.
En la fábrica Dalda Foods, ni un solo trabajador/a
(hay más de 600 en total) está empleado con
contrato permanente. Los trabajadores/as
–aquellos que fabrican la margarina "Blue
Band" por la cual Unilever cobra
derechos de patente– tienen todos contratos
temporarios, siendo siempre reclutados a través
de agencias de contratación. No trabajan para
Unilever. Aparentemente, tampoco trabajan
para Dalda.
Cuando 430 trabajadores/as decidieron formar el Dalda Food
Employees Union y se registraron ante las
autoridades el 13 de mayo, la gerencia de Dalda
se opuso a la solicitud de inscripción del
sindicato y a la solicitud de categoría de
negociación colectiva, en base al fundamento de
que sus operarios/as no están empleados por
Dalda, sino por agencias de contratación de
mano de obra. La respuesta de la empresa fue
despedir a 266 de ellos. A pesar de la orden
judicial que le prohibía hacerlo, la compañía
continuó despidiendo partidarios del sindicato.
Este es el motivo por el cual los trabajadores/as de Dalda,
actuales y anteriores, acamparon frente a la
fábrica durante más de 3 meses y, por el cual
otras organizaciones sindicales están apoyando
su lucha, proporcionando la comida diaria y
demás apoyos.
Parece que Blue Band es la primera margarina del mundo
en fabricarse a sí misma, ya que las manos que
la fabrican no pertenecen a organismo
reconocible alguno. La posesión de la marca
registrada de la única margarina del mundo en
fabricarse por si misma, le permite a
Unilever lograr los elogios de la ONU
y de las empresas socialmente responsables en la
industria, en tanto incrementa sus ventas y
visibilidad. Nada mal para una operación cuya
nómina es cero (por supuesto que el aspecto
negativo es que no hay empleados Unilever
que puedan firmar el apoyo al programa PMA).
De acuerdo con Unilever, "Cada niño/a merece la
nutrición e higiene que necesita para
desarrollarse hasta su máximo potencial físico y
mental". Parecería que a los hijos de los
trabajadores/as de Dalda que procuran
lograr un sindicato, no necesariamente les
corresponde. Blue Band, no sólo se
fabrica a si misma sino que le permite a
Unilever "combatir el hambre infantil" al
tiempo que le deniega, a la amplia mayoría de
aquellos que fabrican sus productos de marca, el
derecho a salir junto con sus familias de la
pobreza a través de la formación de un
sindicato. El verdadero combate parece ser la
guerra contra los contratos de empleo fijo, en
la cual Dalda es sólo una batalla en una
continua campaña empresarial. La artimaña
Dalda/Blue Band simplemente lleva este
proceso a su conclusión lógica.
La marca más conocida de la empresa aparentemente no tiene
trabajadores. El Programa Mundial de Alimentos
no ha entablado una alianza con Unilever
y, por cierto, tampoco con los empleados/as de
Unilever que están siendo eventualizados
hasta dejar de existir, pero con una marca
registrada. El PMA debería controlar con
más cuidado a su socio de emprendimiento y sus
prácticas de empleo. Y quizás preguntar si los
niños de los trabajadores/as de Dalda
califican para una porción gratis de Blue Band
en la escuela.
Mientras tanto, los trabajadores de Dalda aún acampan
frente a la fábrica - un símbolo de la
verdadera, no virtual, lucha contra la pobreza.
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