Una
multitudinaria marcha por las
principales arterias de la capital
peruana mostró el respaldo de la
ciudadanía a la lucha de las comunidades
nativas amazónicas. Estas exigen la
derogación de varios decretos
legislativos que vulneran sus derechos y
los de los campesinos en general,
favoreciendo el saqueo de los recursos
naturales y la gestión del agua en
beneficio de las transnacionales.
“La selva no se vende, la selva se defiende”, voceaban miles
de voces de mujeres, hombres,
estudiantes universitarios,
trabajadores, profesores, religiosas y
religiosos, obreros de construcción
civil, jubilados, en una de las más
grandes movilizaciones de los últimos
años en Lima.
Largas columnas pasaban una tras otra en un multicolorido río
humano que desfiló pacíficamente ante la
mirada atenta de cientos de policías
apostados a lo largo de las avenidas.
Las organizaciones de mujeres, profesores, los diferentes
sindicatos, gremios, organizaciones
políticas, campesinas, grupos
religiosos, estudiantes de las
universidades San Marcos, Ingeniería, La
Cantuta, Antonio Ruiz de Montoya,
portaban banderolas y pancartas en las
que se leían consignas de solidaridad
con los pueblos amazónicos por la
defensa de la Amazonia peruana.
Los manifestantes consultados por Sirel afirmaron que
decidieron salir a las calles para
expresar su rechazo a la intención
gubernamental de vender la selva, y
porque no les parece justo que se quiera
despojar de sus territorios a las
comunidades originarias.
Ajutap,
un joven aguajun, de la Asociación de
Jóvenes Indígenas de la Cuenca Amazónica
para la Protección Cultura y
Biodiversidad Peruana, afirmó que la
multitudinaria marcha es una muestra del
apoyo a la lucha del pueblo amazónico:
“Tenemos la solidaridad de todo el país
porque han entendido que nuestra lucha
es en defensa de nuestro territorio
peruano”.
“Exigimos la atención a nuestros reclamos la derogatoria de
los decretos legislativos y una salida
pacífica a este problema, porque entre
peruanos no debemos pelear. La selva no
esta sola, mire usted esta multitud”,
dijo emocionado.
La movilización llegó hasta la avenida Abancay, una de las
principales vías de la ciudad de Lima,
que cual conduce al Congreso de la
República. Allí fue reprimida por la
Policía que arrojó bombas lacrimógenas
para cortarles el paso. Una de ellas
impactó en el rostro de un joven
militante del Partido Socialista quien
fue auxiliado por sus compañeros y
conducido a un puesto de salud.
Posteriormente se improvisó un mitin en la Plaza San Martín,
uno de los espacios públicos más
representativos de la ciudad de Lima,
hasta donde llegaron líderes amazónicos
miembros de la Asociación Interétnica de
Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP),
quienes, luego de pedir un minuto de
silencio “por nuestros hermanos caídos,
tanto nativos como policías,
agradecieron el respaldo a su lucha.
Américo,
líder ashaninka de AIDESEP, dijo
al dirigirse a la multitud que las manos
del presidente Alan García están
manchadas de sangre, y por eso “queremos
decirle que es un vende patria que
debería irse a su casa”.
Roberto Lay, del Frente de
Defensa de la Región San Martín, dijo a
Sirel que la Amazonia está de
luto por la muerte de decenas de
indígenas que han derramado su sangre en
Bagua luchando por “nuestro territorio,
por soberanía y biodiversidad”.
“La selva en su conjunto está movilizada y sigue luchando por
el bienestar de todas y todos los
peruanos. Nosotros sabemos qué significa
la explotación de nuestros recursos, un
ejemplo de ello fue la explotación del
caucho, que sólo nos dejó pobreza,
destrucción y exterminio de nuestros
pueblos y comunidades indígenas, la
destrucción profunda en nuestro
territorio”, aseguró.
Asimismo, denunció que se han vendido 200 mil hectáreas de
tierra al Grupo Romero y que cada
hectárea fue cotizada a 6,2 dólares, y
“ahora se las quieren vender a las
transnacionales para que extraigan
nuestro recursos naturales. Sabemos que
la Amazonia está totalmente lotizada
para las transnacionales petroleras, las
mineras, para el agro combustible y para
cumplir con la entrega necesita de esas
leyes que se niegan a derogar”.
La jornada de solidaridad tuvo eco en regiones como Arequipa,
Moquegua, Tacna, Ayacucho, Cusco, San
Martín, Madre de Dios, Cajamarca,
Loreto, Lambayeque. Allí, las
poblaciones también se movilizaron en
respaldo a los pueblos amazónicos y para
exigir la renuncia del gabinete, la
derogatoria de los decretos legislativos
lesivos a los intereses de los nativos y
la solución del conflicto en la selva a
través del diálogo.