El
presidente electo de Paraguay, Fernando
Lugo, dijo el lunes que se encuentra
serenamente contento tras el histórico
triunfo en las elecciones del domingo,
que puso fin a más de seis décadas en el
poder del centroderechista Partido
Colorado.
Lugo,
un ex obispo católico que se impuso por
casi 10 puntos de ventaja a la candidata
oficialista Blanca Ovelar,
representa a una coalición variopinta de
partidos y movimientos sociales, que
mezcla a liberales, socialistas,
organizaciones campesinas, sindicales y
estudiantiles.
Tras celebrar hasta la 1 de la mañana
hora local del lunes, Lugo dijo
que se levantó muy temprano para
comenzar a trabajar en las reuniones
internas con los representantes de su
alianza para definir el nuevo Gobierno.
"Me siento bien, serenamente contento
(...) que es lo que nos ha
caracterizado. Tengo una gran gratitud
al pueblo paraguayo, que ayer demostró
un comportamiento ejemplar en las
elecciones," dijo Lugo a la
televisión local Canal 13.
"Estamos bien, contentos con esta
ciudadanía, con su comportamiento. La
ciudadanía es el sujeto en la
construcción de una democracia que nos
merecemos los paraguayos," agregó.
Tras el triunfo de Lugo, los
paraguayos tomaron el domingo las calles
de Asunción para festejar, en medio de
la emoción de miles de personas que se
desahogaron tras 61 años de un único
partido en el poder, marcado en las
últimas décadas por la corrupción.
"Lugo fue muy castigado. Se inculcó
mucho miedo y sin embargo la gente votó
por el candidato que menos antipatía
generaba (...) ahora es más el proceso
de construcción social y política, de
gobernabilidad," dijo Jorge Pablo
Brugnoni, politólogo y consultor
local de Naciones Unidas.
Necesidad
de alianzas
En una inusual presentación, el diario
ABC Color de Paraguay utilizó el
lunes como portada una editorial que
tituló: El pueblo derrotó a quienes lo
humillaron, lo empobrecieron y lo
traicionaron.
"Afirmamos con convicción que recién hoy
se entierra la mugrienta y degradante
'transición', y se inicia una etapa de
democracia genuina en el Paraguay," dijo
ABC Color en parte de su texto.
El Partido Colorado ha dominado la
política paraguaya desde 1947 y su poder
se consolidó en 1954, cuando el general
Alfredo Stroessner instauró
mediante un golpe de Estado una brutal
dictadura que cayó en 1989 por una
asonada liderada por algunos sectores
del mismo oficialismo.
Aún no está definida la correlación de
fuerzas políticas en el Congreso, cuyos
miembros también fueron escogidos el
domingo, pero analistas aseguran que el
Gobierno electo deberá buscar alianzas
para tener una mayoría que le haga
viable su programa.
El vicepresidente electo, Federico
Franco, es titular del Partido
Liberal, la segunda fuerza política del
país.
El ex obispo prometió durante su campaña
derrotar la corrupción en uno de los
países más pobres de Sudamérica y lanzar
una reforma agraria, junto a la
renegociación de acuerdos energéticos
que el país tiene con Argentina y
Brasil.
Tomado de
Reuters
21 de abril de 2008