Secretario de organización de
la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus Derivados,
Molinares realizó para Sirel una puesta a punto sobre las dificultades por las
cuales atraviesa el sector frigorífico en la Argentina.
-¿Cómo es la
realidad actual en el sector de las carnes rojas?
-Hoy en día tenemos más de 8 mil compañeros
afectados por la reducción de faena, que oscila entre un 20 y un 30 por ciento,
lo que lleva a una situación muy complicada para los trabajadores.
-¿A qué se debe
esta reducción?
-Uno de las causas más importantes es la falta de
políticas a largo plazo en el sector. También influyó mucho la importante sequía
que se vivió en el país.
Por otra parte, no podemos dejar de lado que el
monocultivo sojero ha desplazado a muchos productores ganaderos.
Otro punto importantísimo, por la influencia que
tuvo, fue el conflicto entre el campo y el gobierno en el cual ambas partes
fueron muy intransigentes, se politizó mucho la discusión y la falta de una
negociación centrada y equilibrada terminó perjudicando a todo el mundo.
-Y en opinión de la
Federación, ¿existe una salida rápida a esta situación?
-Hasta ahora todo indica que no tenemos
soluciones a corto plazo porque cada día que pasa se suma algún establecimiento
con dificultades graves y con intenciones de dejar de operar.
Además, hay otra realidad: nadie sabe cuál es el
stock real en Argentina ya que hubo retención de animales. En algunos
lugares las inundaciones y el crecimiento en el volumen de pasturas, hace que
muchos productores apuesten a esperar a que sus animales ganen kilos antes de
venderlos para llegar a precios que son inéditos en nuestro país.
Si a esto le sumamos el derrumbe de los precios
en el mercado mundial por la crisis en la Unión Europea y las
dificultades que ella provoca en los frigoríficos exportadores por los precios
locales, el panorama es aún peor.
De todas formas, a pesar de esta situación
complicada somos optimistas
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