Con Atilio Jaimes Pérez y
Mariano Alexander Guerrero
Empezamos a
hablar, falta que nos comuniquemos
Apenas unos minutos después de que finalizara la reunión que mantuvieron
ayer, lunes 24, con representantes de CALVO El Salvador, Sirel dialogó con
Atilio, secretario general de la Federación Sindical de Trabajadores
Salvadoreños del Sector Alimentos, Bebidas, Hoteles, Restaurantes y
Agroindustrias (FESTSSABHRA), y Mariano, secretario general del Sindicato
General de Trabajadores de la Industria Pesquera y Actividades Conexas (SGTIPAC),
sección Calvo Conservas. Este encuentro entre las partes es apenas la
preparación para iniciar un diálogo serio y constructivo.
-¿Cuál fue
el resultado de la reunión de ayer con el representante del Grupo Calvo en
El Salvador, Miguel Ángel Peñalva?
Atilio-
Como Federación del Alimento (FESTSSABHRA), acompañamos al secretario
general del SGTIPAC Calvo Conservas. Estuvimos reunidos
aproximadamente una hora y media con el representante legal de CALVO,
Miguel Ángel Peñalva y sus abogados, y Eduardo Meléndez,
gerente de Recursos Humanos. Ellos habían solicitado la presencia del
Ministerio de Trabajo, por lo que asistió el licenciado René Agustín
Rodríguez, subdirector de la Inspección de Trabajo. Por la parte
nuestra, participó el compañero Oscar Bolaños, del Centro de Estudios
y Apoyo Laboral (CEAL) en calidad de asesor. Hablamos sobre la
reposición de horas por razones imputables a la empresa y empezamos a
dialogar también del problema de los servicios sanitarios que se encuentran
encadenados, de manera que los trabajadores no pueden hacer uso de ellos
libremente. Por eso tuvimos que pedir una inspección y el Ministerio de
Trabajo ya empezó a hacerla.
-¿Como fue
el procedimiento de la inspección?
Mariano-
La inspección del Ministerio de Trabajo fue bien simple: entrevistó a una
cierta cantidad de personas del área de producción, les preguntó si estaban
de acuerdo con la medida que había tomado la administración de tener los
baños cerrados. Todos sabemos que el listado de personas entrevistadas
termina siendo de conocimiento de la empresa, así que algunos dijeron que
estaban de acuerdo, aunque en verdad no lo están, porque atenta contra la
salud de los trabajadores.
-Con
respecto a los días sin trabajo por problemas de la empresa y que sin
embargo ustedes estaban reponiendo. ¿Cómo se dio esa situación?
Mariano-
Hubo un huracán que pasó cerca la zona costera y provocó fallos en una de
las cámaras de refrigeración, por lo que se programó un corte de energía
para hacer reparaciones. Ese corte iba a ser un día viernes a las 19 horas,
entonces el turno de la noche no iba laborar. Nos comunicaron por medio del
jefe de planta que las reparaciones se harían, pero que la empresa no podía
perder, por lo que esas horas se debían reponer. Y agregaron que como ellos
“son buena gente” solo se iban a reponer cinco horas. Hicieron firmar a la
gente, y les dijeron que “lo que se debe se paga”, y que si los trabajadores
debían horas las tenían que pagar.
Los representantes patronales piensan que con el simple hecho de
reunirse con el SGTIPAC ya se arregló todo. Pero el problema
sigue. |
-¿Qué dice
la ley salvadoreña sobre esos casos?
Atilio-
Consideramos que se ha violentado el Art. 34 del Código de Trabajo, que
establece que las jornadas de trabajo perdidas por reparaciones o
desperfectos por mal tiempo deben ser pagadas al 50 por ciento hasta por
tres días, sin obligación del trabajador de reponer ese tiempo.
-¿Se abordó
el tema de la afiliación forzosa al sindicato patronal?
Mariano-
Sí. Esta afiliación se está dando porque el mismo planillero1,
que es parte de la administración, usa los registros que están en los
archivos de la empresa, y pasa esa información a las hojas de afiliación.
De esa
manera, para afiliar sólo recogen una firma, porque los datos personales ya
los trae la hoja de afiliación. Además utilizan medios que no son legales.
Les dicen que si no se afilian al sindicato patronal van a ser despedidos,
que va haber una guerra entre organizaciones, que van a darse duro los
buenos con los malos…
Ellos se
presentan como “blancas aves”. Se suben a los buses juntos, un representante
del sindicato patronal y otro de la administración, generalmente un
planillero, y les dicen que representan a la empresa y que están recogiendo
firmas para “sacar al sindicato que persigue cosas políticas”.
-O sea
sacarlos a ustedes…
Mariano-
Esa es la forma en que ellos tratan de que la gente nos repudie.
-¿Y cómo
está respondiendo la gente a esto?
Mariano-
En los primeros momentos recogieron cierta cantidad de firmas, pero ahora
hemos constatado que la mayoría de la gente que dio su firma está
arrepentidísima. Cuando la empresa toma medidas de presión, amonesta, eleva
las metas o despide a las personas, no le importa si eres o no del sindicato
patronal. Y si fueran un verdadero sindicato defenderían a sus bases, pero
no lo hacen. Ellos velan por otros intereses.
-¿La
empresa acepta estos señalamientos?
Atilio-
Al gerente Eduardo Meléndez no le gustó que mencionáramos el caso de
la Confederación General de Sindicatos (CGS), una organización que va
por los intereses de los empresarios y del gobierno y no de los
trabajadores. Mencionamos a Israel Huiza, secretario general de la
CGS, y Peñalva entonces preguntó a sus asistentes si se trataba
de la persona con la que se habían reunido anteriormente. El representante
del Ministerio de Trabajo le confirmó que efectivamente se trataba del mismo
personaje. Ellos reconocen que se están reuniendo con los dos sindicatos.
Pero ahí se enojaron y sacaron el tema de la mesa.
-Esta
organización, CGS, funciona en otras empresas que ustedes, como FESTSSABHRA,
han conocido.
Atilio-
Tenemos muy claro cómo actúa esta organización manejada por Israel Huiza.
Conocemos muy bien, por ejemplo, el caso del sindicato de Confitería
Américana (STECASACV), que era miembro de esa organización y la
abandonó porque vieron que no representa los intereses de los trabajadores
sino el de los empresarios y del gobierno, así como un interés muy personal
del señor Huiza. Esta persona hace sindicatos paralelos y el
Ministerio de Trabajo siempre se los acepta. Podemos citar también el caso
de la empresa DIANA, donde ahora funciona un sindicato patronal que
contribuyó a la desaparición del sindicato obrero SIDPA con las
mismas prácticas que en Confitería Americana. Y hoy vemos que el sindicato
patronal de CALVO está siendo promovido por el mismo Israel Huiza,
ya que, como pudimos constatar en la publicación del Diario Oficial, él fue
quién presentó la documentación del sindicato patronal de CALVO al
Ministerio de Trabajo.
Esta
empresa se presta a afiliar a los trabajadores, aprovechándose de que tienen
la documentación y los datos generales de todos los trabajadores para llenar
la hoja. Sólo les dejan el espacio libre para firmar, y así el trabajador es
afiliado de manera forzada.
Mariano-
Las hojas de afiliación al sindicato patronal andan en las áreas de trabajo,
entre los documentos de control de las supervisoras, en las parrillas...
“Afíliense”, les dicen de una forma bastante imperativa. Y si la persona no
se afilia lo que hacen es molestarla. Muchas trabajadoras han sido acosadas
hasta que abandonaron sus empleos porque no se sentían bien con ese trato
tan opresivo.
-¿Cuál es
la posición de la empresa con respecto a los despidos?
Atilio-
Como Federación mencionamos la importancia de establecer buenas relaciones
obrero-patronales. La Federación da esta orientación al sindicato para poder
desarrollar un trabajo armónico. Por eso les preguntamos a los personeros de
la empresa, especialmente al señor Peñalva, qué tanta voluntad tienen
ellos para reinstalar a los trabajadores y trabajadoras del SGTIPAC
que fueron despedidos. A pesar que la ley prohíbe estos despidos, tenemos en
esa situación a Bertha, que es una fundadora de sindicato, al igual
que otros dos directivos. Les preguntamos qué voluntad hay de instalar
relaciones laborales armoniosas reinstalando a estas personas. La respuesta
fue muy evasiva, y esencialmente dijeron que esperarán a que los casos
culminen en la vía judicial.
Dicen que son respetuosos de la ley, pero al despedir a nuestros
compañeros la quebrantaron, y por ahora lo que vemos es que la
ley no les importa.
|
-¿Cuánto
dura un proceso judicial promedio en El Salvador?
Atilio-
Anda por los dos años. Creemos que no es justo que se esté esperando todo
ese tiempo, cuando como sindicato estamos tratando de instalar un clima de
armonía.
-¿La
empresa respetó la ley, haciendo el proceso legal ante un juez antes
despedir a estas personas protegidas por fuero sindical?
Mariano-
No lo hizo, y por eso decimos que son ellos quienes han violentado la ley.
Lo que sucede es que no quieren reconocerlo.
-¿Se acordó
una agenda para continuar con estas pláticas?
Mariano-
Quedamos en presentar una agenda con puntos específicos para tratarlos más
en profundidad. Porque ahora los resultados no se están dando, solo se hacen
las reuniones y los representantes patronales piensan que con el simple
hecho de reunirse con el SGTIPAC ya se arregló el problema. Pero el problema
sigue. Nuestros compañeros y compañeras siguen afuera de la planta. Ellos
comen, viven, tienen familias, y no es posible que se les haya cortado el
trabajo por participar en una organización que defiende los intereses de los
trabajadores. Esa no es una buena forma de negociar; quieren hacer la ley a
su modo y a su favor. Ellos dicen que son respetuosos de la ley, pero desde
el momento en que despidieron a nuestros compañeros la quebrantaron, y por
ahora lo que vemos es que la ley no les importa.
Atilio-
Hubo otros temas también. El sindicato pidió integrar el Comité de
Higiene Ocupacional, y ellos aceptaron que se nombre a un representante
sindical.
Mencionamos
que nuestra internacional, la UITA, va a participar en los próximos
días en la reunión en Ginebra del sector agroalimentario de la OIT.
Percibimos que pretendieron no darle mucho espacio a ese tema, pero los puso
nerviosos. También solicitamos que se realicen más reuniones de este tipo,
ya sea en San Salvador como en la planta de La Unión, y que
los asesores del sindicato tengan acceso a ellas, a lo que accedieron y
esperamos que lo cumplan.
Mariano-
Finalmente, también solicitamos que se nos entregara una copia del
Reglamento Interno de Trabajo de la empresa. Ahora vemos que tiene fecha de
aprobación del 17 de noviembre de 2005, pero recién ahora conocemos
este reglamento interno. Ninguno de los trabajadores de la empresa conoce
este reglamento al que están sujetos, a pesar de que el artículo 64
establece que el mismo se dará a conocer en los siguientes seis días después
de aprobado mediante distribución de ejemplares a los trabajadores, y que
varias copias serán colocadas en lugares visibles.
-¿Y tu
recién hoy lo conociste?
Mariano-
Así es, y ya va tener casi dos años.
En San
Salvador, Centro de Estudios y Apoyo Laboral (CEAL)
26 de
septiembre de 2007