Los
Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) son sustancias
químicas tóxicas, persistentes y bioacumulables en los
organismos, que causan efectos diversos en la salud humana y
en el ambiente.
Permanecen largo tiempo en el ambiente (hasta decenas de
años), resistiendo la degradación por el sol, la degradación
química y la degradación por otros microorganismos. Se
acumulan en los tejidos grasos de los organismos vivos. Se
biomagnifican, es decir, aumentan su concentración en
cientos o hasta millones de veces a medida que van subiendo
en las cadenas alimenticias. Los COPs tienen generalmente
alta solubilidad en lípidos (se disuelven fácilmente en
grasas y aceites) y baja solubilidad en agua (no se
disuelven fácilmente en agua).
Uno de
los grandes temas tratados en la reciente reunión de la
Conferencia de las Partes del Convenio de Estocolmo fue la
incorporación del insecticida endosulfán en la lista a
sustancias a ser eliminadas. Los países miembros de este
Convenio acordaron incorporar el endosulfán en el Anexo A
para ser eliminado y a su vez aplicar un programa de trabajo
para la implementación de alternativas para este insecticida
de uso agrícola.
La
incorporación del endosulfán a la lista de sustancias a ser
eliminadas por el Convenio de Estocolmo es una gran
victoria, a pesar de las prerrogativas de uso solicitados
por India, China y Uganda. La decisión
ha sido el resultado de una larga campaña internacional
llevada a cabo por la Red de Acción en Plaguicidas a nivel
internacional (Pesticide Action Network), por la Red
Internacional por la Eliminación de los COP (IPEN), y por
organizaciones de la India, que por largas décadas
han sufrido todo tipo de afecciones vinculadas al uso de
este agrotóxico, tales como malformaciones, cáncer, abortos,
entre otras tantas.
El endosulfán en Uruguay
Este
insecticida ha sido usado en nuestro país desde hace largos
años en cultivos de lechuga, acelga, manzana, pimiento,
papa, tomates, melón, poroto, zapallo entre otros.
Con la
introducción de la soja transgénica (1998), el endosulfán
poco a poco comenzó a usarse en mayor cantidad, aumentando
así su uso sustancialmente a medida que la extensión que
este cultivo se expandía por todo el territorio. Es así que
se pasó de 9 toneladas de principio activo en 1999 a 48 en
el 2002, 68 en el 2005 y 177 en 2007.
Impactos registrados por este
agrotóxico
En
Uruguay, el primer gran desastre provocado por el
endosulfán fue la mortandad de peces del año 2004 en el
arroyo Guaviyú, Paysandú. Posteriormente comienzan a
aparecer mortandades en distintos puntos del país, ya no
solo de peces sino de una amplia variedad de animales,
incluyendo alrededor de 60 terneros (abril 2009 en Guichón
en un campo de recría). En este último caso, los terneros
mueren a raíz del accidente de un avión cargado con
endosulfán destinado a ser esparcido en un cultivo de soja.
Restricciones al uso del
endosulfán
En vista
de la creciente constatación de los impactos de este
insecticida, las autoridades del Ministerio de Ganadería,
Agricultura y Pesca toman medidas para restringir su uso,
con el objetivo de minimizar los riesgos derivados de esta
sustancia.
Es así
que en noviembre del 2007 se restringe su uso, permitiendo
solo la formulación de Concentrado Emulsionable, al mismo
tiempo que su uso y aplicación queda permitido
exclusivamente para el control de insectos plaga
pertenecientes a la Familia Pentatomidae (comúnmente
llamados “chinches”), siendo el máximo de aplicación
permitido por hectárea y por año de 0,5kg de ingrediente
activo.
Esta
resolución también se refiere a la aplicación de este
insecticida sobre las cuencas hídricas, estableciendo que
las aplicaciones aéreas deben realizarse a una distancia no
inferior a 100 metros de corrientes o fuentes de agua y para
las terrestres a una distancia no inferior a 50 metros de
corrientes de agua (ríos, arroyos y cañadas) o inferior a
100 metros de lagos, lagunas, estanques o tajamares.
En enero
2011 las autoridades plantean la conveniencia de hacer
extensiva la exigencia del uso de receta profesional a los
productos formulados a base del ingrediente activo del
endosulfán. Las firmas que efectúen compraventa deberán
llevar un libro de relación de las compras y el archivo de
las recetas profesionales recibidas para efectivizar la
venta.
Camino a su desaparición
Recientemente, la Dirección de Servicios Agrícolas y Sanidad
Vegetal nos ha comunicado que existe un plan para prohibir
la importación y uso del endosulfán en el 2012. Ya al día de
hoy no hay habilitaciones nuevas.
El plan
de eliminación comenzará en el mes de junio, cuando se
solicitará a las empresas que poseen este insecticida que
realicen un registro del stock del cual disponen; con la
obtención de este resultado se sabrá cuanto endosulfán hay y
a partir de ahí se definirá su uso.
Los
impactos que este insecticida han sido muy extensos, las
denuncias han sido muchas desde las intendencias del
interior, poblaciones afectadas y tomadores de decisiones.
El
trabajo realizado para que esta sustancia se prohíba es de
larga data. El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento
Territorial y Medio Ambiente, así como el Ministerio de
Salud Pública y otros entes del estado han estado
involucrados en este proceso. Organizaciones de la sociedad
civil dentro de las que se encuentra RAPAL Uruguay han
trabajado intensamente para que esta sustancia sea
eliminada.
El hecho
de que finalmente se haya incorporado a nivel internacional
al endosulfán a la lista de sustancias a ser eliminadas por
el Convenio de Estocolmo es una gran victoria. En el caso de
Uruguay la victoria es aún mayor, ya que se han
acortado los plazos para su eliminación, habiéndose tomado
la decisión de prohibir su importación y uso el próximo año.
Una muy buena noticia.
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