Con un perfil más bajo que la Cumbre de
las Américas, este fin de semana los
ministros de Agricultura de las naciones
más ricas están teniendo una reunión sin
precedentes. La razón es la advertencia
de la ONU de que el hambre “puede
descontrolarse a nivel mundial” debido a
la crisis financiera.
El encuentro de tres días en Treviso,
Italia, tratará sobre cómo aumentar
las cosechas en un momento en que se han
contraído, justo cuando millones de
personas ya pasan hambre. Las cosechas
son afectadas por una combinación de
sequías, precios en baja y falta de
crédito para semillas y fertilizantes.
Es la primera vez que los ministros de
Agricultura de los países del Grupo de
los 8 se encuentran e invitan a sus
pares de China, India,
Brasil, México, Sudáfrica,
Australia, Argentina y
Egipto para “buscar una estrategia
común que nos saque de la crisis y
responda a la emergencia alimentaria
mundial”. Esta estrategia para alimentar
a los que pasan hambre y evitar una
crisis global puede costar seis mil
millones de dólares. El Programa
Alimentario Mundial de
la ONU
advirtió que “a medida que se profundiza
la crisis financiera mundial, aumentará
el hambre y la desnutrición por la caída
de ingresos y la suba del desempleo”.
La crisis alimentaria había empezado ya
antes de la financiera, en un momento de
cosechas record. Hace dos años, los
precios de las commodities empezaron a
subir rápidamente pese a las cosechas
masivas, en parte por el uso del maíz
como biocombustible y por el aumento del
consumo de carne –que consume grandes
cantidades de granos para su cría– en
países en desarrollo como China e
India.
La
cotización de granos como el maíz y el
trigo se duplicaron en un año, y el del
arroz se triplicó, lo que llevó a la
primera crisis general de alimentos en
décadas.
La cosecha record del año pasado no
ayudó. Los precios bajaron en los países
productores, pero no en los países más
pobres y poblados, en parte por la
devaluación de sus monedas frente al
dólar. La baja de precios hizo que los
productores europeos y norteamericanos
plantaran menos, tendencia acelerada por
la falta de créditos. El departamento de
Agricultura de los Estados Unidos
informó que este año se usó un siete por
ciento menos de tierra para cultivar
trigo que en 2008. Estados Unidos
exporta y ayuda con alimentos a cien
países en todo el mundo. China
alimenta a un quinto de la población
mundial con apenas una décima parte de
su tierra cultivable. Este año se
aumentó la superficie y la densidad de
plantación, pero en una paradoja
preocupante, el país sufrió su peor
sequía en setenta años. El rendimiento
cayó en casi un cuarenta por ciento de
lo planificado. La sequía también afectó
otra de las grandes regiones graníferas
del mundo, la que toma partes de
Argentina, Brasil, Uruguay
y Paraguay.
Según la Organización Mundial para la
Alimentación y la Agricultura de las
Naciones Unidas frenar el hambre que se
predice inminente puede llegar a costar
seis mil millones de dólares. Esto
“resulta relativamente barato frente a
los paquetes billonarios de ayuda
financiera destinados a salvar las
entidades bancarias internacionales”
Geoffrey Lean *
Tomado de Página 12
21 de abril de 2009