El Pa’i Oliva, sacerdote
español que desde hace varias décadas
vive en Paraguay, ha sido durante todo
ese tiempo una de las voces más
valientes y consecuentes en la denuncia
de la corrupción y el autoritarismo
encaramados en el las estructuras del
poder político del Paraguay.
Su protagonismo en marzo
de 1999, acompañando a los jóvenes que
enfrentaron en la calle al golpista Lino
Oviedo, le valió el reconocimiento
general de la sociedad paraguaya.
Desde entonces se
encuentra abocado a la creación primero,
y ahora la consolidación del Parlamento
Joven, una institución que pretende ser
una escuela de democracia para las
nuevas generaciones.
Su voz también estuvo
permanentemente disponible para difundir
la agresión de la basura tóxica de la
Delta & Pine en Rincon’í, para confortar
a la víctimas y valorizar su lucha.
Ninguna causa, por
pequeña que pareciese, ha dejado de
tener el apoyo activo y comprometido del
Pa’i.
Por eso hoy, al recibir
un emotivo texto portador de la emoción
comprometida de un luchador de toda la
vida, no dudamos en compartirlo con
todas y todos.