Se realizó recientemente en la ciudad de Guichón,
departamento de Paysandú, una Asamblea abierta con una
nutrida concurrencia de pobladores, representantes del
gobierno nacional y local para debatir sobre la utilización
descontrolada de agrotóxicos.
Estuvo presente la ingeniera agrónoma Laura Bonomi
como representante de la Dirección Nacional del Medio
Ambiente (DINAMA), y el ingeniero agrónomo
Santiago Ríos, por la Dirección Nacional de Servicios
Agrícolas, dependencia del Ministerio de Ganadería
Agricultura y Pesca (MGAP).
Los representantes del gobierno escucharon los pedidos de la
asistencia y explicaron qué acciones están llevando a cabo
las instituciones competentes: por un lado con los envases
de agrotóxicos y, por otro, en relación con el cumplimiento
de las regulaciones a las aplicaciones de agrotóxicos.
Los vecinos manifestaron sus inquietudes sobre la
utilización de agrotóxicos en las cercanías de las
viviendas, y sobre los envases que quedan esparcidos por
distintos lugares de la ciudad. Sin embargo, las repuestas
recibidas de las autoridades no fueron satisfactorias, ya
que tienden a minimizar los impactos pero no a eliminarlos.
Las áreas geográficas donde se ubican las
termas de Almirón y la UPA, increíblemente, no
están consideradas como zonas de restricción |
Después de la Asamblea un grupo de vecinos se reunió con el
ingeniero Ríos, la alcaldesa Lourdes Suárez y
la concejal Delia Le Scarpe. En esta otra reunión
se solicitó la prohibición de las fumigaciones aéreas y
terrestres en las cercanías de la Unidad Potabilizadora de
Agua (UPA), que alimenta la ciudad de Guichón, y sobre las
termas de Almirón.
Es importante señalar que en mayo de 2004 la Dirección
General de Servicios Agrícolas, planteó la conveniencia de
establecer restricciones para la aplicación de agrotóxicos
en zonas urbanas, suburbanas y centros poblados, y resolvió
la prohibición de las aplicaciones aéreas en todo tipo de
cultivo a una distancia inferior a 500 metros de áreas
pobladas, y las aplicaciones terrestres mecanizadas en
cultivos extensivos (cereales, oleaginosos y forrajeras) a
una distancia inferior de 300 metros.
Las áreas geográficas
donde se ubican las termas de Almirón y la UPA,
increíblemente, no están consideradas como zonas de
restricción según la normativa de 2004, razón por la que se
permite la fumigación abierta, tanto aérea como terrestre,
en las cercanías de ambos lugares.
El planteamiento realizado
por los vecinos fue tomado en cuenta por el ingeniero
Ríos, quien recomendó a la alcaldesa enviar una
solicitud por escrito dirigida a Servicios Agrícolas para
que ambos sitios entren en la referida normativa.
Las fumigaciones aéreas y terrestres en las cercanías de la
Planta Potabilizadora de Guichón y de las termas de Almirón
comprometen el agua de la cual se abastece toda la población
de Guichón.
Estas fuentes de agua
probablemente estén contaminadas por agrotóxicos. Los
veraneantes que llegan hasta allí en busca de baños termales
saludables no sospechan que su objetivo está lejos de
cumplirse.
La UPA tiene una superficie abierta, lo que permite
que los residuos de agrotóxicos se depositen fácilmente en
el agua.
Esto es extremadamente grave si se tiene en cuenta que
existen UPAs instaladas en muchas otras zonas del país donde
pueden estar recibiendo el mismo tipo de contaminación, sin
que quienes consumen esa agua estén informados sobre los
riesgos que corren.
A partir de las denuncias
y reclamos de los vecinos de Guichón, está ahora en manos de
las autoridades atender el pedido de su población o aceptar
la contaminación de un puñado de empresas en desmedro de la
salud y el medio ambiente de la mayoría.
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