Intentaron desalojar a la ANAIRC
Actitud violenta del
personal de la Catedral de Managua
El pasado
sabado 4 de abril, el vicario de la Catedral Metropolitana de Managua,
el sacerdote Bismarck Conde, acompañado por integrantes de Caritas Nicaragua y
trabajadores contratados, llegó al campamento de la Asociación
Nicaragüense de Afectados por Insuficiencia Renal Crónica (ANAIRC) con
la intención de desalojarlos y cercar con alambre de púas el terreno
que, supuestamente, pertenece a la Catedral.
Sacerdote
Bismark Conde |
Monseñor
Leopoldo Brenes |
Carmen Ríos |
|
Denis Meléndes |
Los ex trabajadores azucareros y viudas de la ANAIRC,
organización afiliada a la UITA, tienen ya casi un mes de haberse
trasladado a Managua para buscar una negociación con la Nicaragua
Sugar Estates Ltd, propietaria del Ingenio San Antonio
e integrante del Grupo Pellas, en vista de lograr una
indemnización por los daños ocasionados a su salud por el uso
indiscriminado de agrotóxicos y la contaminación de las fuentes de agua
de la zona.
Desde el primer día de su llegada, ANAIRC trató de
entregar una carta al arzobispo de Managua, monseñor Leopoldo Brenes,
para explicarle el motivo de su presencia cerca de la Catedral y, al
mismo tiempo, buscando un acercamiento para que su presencia allí no
fuera mal interpretada. Sin embargo, los ex trabajadores denuncian que
nunca fueron atendidos y que la actitud del vicario de la Catedral ha
sido de total rechazo, llegando al punto de querer desalojarlos de forma
ilegal y sin respetar los procedimientos legales.
“En la mañana del sabado 4 llegó el padre Conde con
personas de la Caritas de Nicaragua y varios trabajadores diciéndonos
que teníamos que desalojar el lugar porque le dábamos un mal aspecto a
la Catedral, explicó a Sirel la presidenta de la ANAIRC,
Carmen Ríos.
Nos dijo también que si
el pleito era con el Grupo Pellas que fuéramos donde ellos, porque aquí
no era un lugar de protesta, sino de religiosos. Le contestamos que
estábamos reclamando por nuestras vidas y que ya habíamos explicado al
arzobispo nuestra presencia en el lugar, pero el padre Conde trató de
actuar de forma violenta, nos acusó de ser unos robatierras y hasta
llamó la Policia para que nos desalojara.
Hubo momentos de mucha tensión -continuó la presidenta de la ANAIRC-,
pero nos pusimos firmes porque en ningún momento ibamos a dejar el
lugar, y tenemos que reconocer la actitud positiva de la Policia que
nunca actuó en contra de nosotros.
No estamos en contra de la iglesia católica, nuestro objetivo
es la lucha para que se nos indemnice por lo que hemos sufrido;
esperábamos que el personal de la Catedral lo entendiera y que más bien
nos respaldara con actitud cristiana, pero hasta nos han negado el agua
diciendo que es demasiado cara y que si nos la daban nunca nos ibamos a
ir”, concluyó Ríos.
¿Y la
iglesia de los pobres?
La actitud intransigente del vicario de la Catedral parece
tener objetivos que van más allá de preservar la buena imagen del
edificio religioso más importante de la capital.
“El padre Bismarck Conde ya se había aparecido en
varios momentos, de noche, tratando de presionar a las personas para que
desalojaran el lugar, y hasta amenazándo con excomulgarlos si no hacían
lo que él decía”, dijo a Sirel el representante del Centro de
Información y Servicios de Asesoría en Salud (CISAS), Denis
Meléndez.
”Hoy llegó con actitud violenta, y cuando se le explicó
nuevamente el motivo de la presencia de los afectados por IRC en
el lugar, simplemente dijo que no le interesaba. No tuve más remedio que
contestarle que en el pecho, en lugar de un corazón, tenía un alambre de
púas por la insensibilidad que estaba demostrando.
Lo que quedó muy claro -continuó Meléndez- es que no
ha habido la más mínima consideración para el sufrimiento y muerte de
las personas que han padecido los estragos de la industria azucarera.
Han llegado a decir que esta gente apesta, que da un mal espectáculo,
contradiciendo de esa manera el más elemental sentimiento cristiano.
Además, el vicario ha actuado ilegalmente porque para llevar a cabo un
desalojo debe primero demostrar con documentos que ese terreno le
pertenece a la Catedral, debe después recurrir ante la autoridad
judicial, lograr una orden de desalojo y llegar al lugar con la
autoridad y un mandato judicial. Si no se respeta ese procedimiento
cualquier intento de desalojo es improcedente e ilegal”, aseveró
Meléndez.
Para ANAIRC y el representante del CISAS,
serían otros los motivos de esa actitud abiertamente hostil en contra de
los ex trabajadores azucareros, ya que aparentemente en periodo de
Semana Santa la Catedral alquila a empresas privadas el terreno donde se
instalaron los ex trabajadores azucareros, para que pongan sus toldos y
vendan sus productos.
Pese al deplorable intento de desalojo el padre Conde
se reunió después con representantes de la ANAIRC, acordando no
continuar lesionando los intereses de las personas afectadas y conformar
una comisión en la que representantes eclesiásticos buscarían un
acercamiento entre la ANAIRC y el Grupo Pellas. No
obstante, Denis Meléndez fue enfático: “Suficientes muertos han
puesto las víctimas de IRC en estos años. Si ellos persisten en
seguir atropellando a la gente, no cabe ninguna duda de que el nivel de
acción de las personas afectadas será más fuerte”, sentenció.
Sirel
intentó en varios
oportunidades conocer la opinión del padre Conde, pero no fue
posible localizarlo.
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