UITA y
la
Asociación Italia-Nicaragua
unen
esfuerzos
Ayuda humanitaria y trabajo
informativo
en apoyo a los cañeros nicaragüenses
Mientras los ex
trabajadores azucareros y las viudas de la Asociación Nicaragüense de
Afectados por Insuficiencia Renal Crónica (ANAIRC), afiliada a la UITA,
siguen su protesta en Managua en búsqueda de una negociación con el
Grupo Pellas, la Regional Latinoamericana de la UITA y la Asociación
Italia-Nicaragua han decidido unir esfuerzos para brindar ayuda
humanitaria y cobertura periodística a las más de 200 personas que se
han asentado cerca del Edificio Pellas en Managua.
Rigoberto Acuña López |
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Adilia Flores |
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Adriano
Cernotti |
Varios quintales de arroz, frijoles y azúcar, bidones de
aceite, cajas de café, plástico negro para levantar las champas
(carpas) -que los repare de los fuertes vientos de marzo- medicamento y
otros productos básicos para sobrevivir con dignidad durante su
protesta, es lo que la UITA y la Asociación Italia-Nicaragua
han donado en los días pasados a los miembros de la ANAIRC, como
una clara señal del respaldo que estas dos organizaciones están dando a
la lucha de los ex trabajadores azucareros y las viudas que piden una
indemnización para los daños que el Grupo Pellas les ha
ocasionado durante su permanencia como trabajadores en el Ingenio San
Antonio.
Inmediatamente después de una nueva protesta frente al
céntrico Edificio Pellas, en la que los miembros de la ANAIRC
representaron un Vía Crucis y la crucifixión de un ex trabajador como
símbolo del estado de abandono en que viven, miembros de la
Asociación Italia-Nicaragua y de la ANAIRC se dirigieron
hacia los mercados locales para hacer efectiva la compra de los
alimentos básicos que permitirán a los cañeros abastecerse para
aproximadamente dos semanas.
“Es una ayuda muy importante para todas y todos nosotros,
contar con estos elementos nos dará más energía para seguir en la lucha
al tiempo que nos demuestra que no estamos solos”, comentó a Sirel
la presidenta de la ANAIRC, Carmen Ríos.
“Estamos infinitamente agradecidos a la UITA y a la
Asociación Italia-Nicaragua por esta ayuda. Estamos convencidos que
vamos a lograr resultados importantes, ya que el señor Carlos Pellas
se va a cansar pronto de vernos todos los días frente a su oficina,
protestando por algo al que tenemos derecho”, dijo Ríos.
También para Rigoberto Acuña López, quien trabajó 44
años en el Ingenio San Antonio y logró jubilarse a pesar de estar
enfermo en los últimos años de su actividad laboral, esta ayuda y la
cobertura periodística que se está dando a la lucha de los cañeros y
viudas de la ANAIRC es algo trascendental.
“Agradecemos a la UITA y a la Asociación
Italia-Nicaragua por la cooperación que nos están brindando. Les
pedimos que sigan a nuestro lado porque tenemos que ganar esta lucha.
Tuve la suerte de salir afectado ya próximo a la jubilación, y fue por
eso que no me despidieron. A las demás personas cuando miran que tienen
1,2 de creatinina ya no les dan más trabajo. Los rechazan y se quedan
sin poder alimentar a sus familias. Actualmente –continuó Acuña–
tengo 2,11 de creatinina y aunque sé que no me puedo curar, trato de
hacer lo que me dicen los doctores y me cuido por lo que pueda”.
Adilia Flores, quien quedó viuda hace cuatro años, pidió insistentemente
poder agradecer públicamente a las dos organizaciones por la ayuda
brindada.
“Quiero agradecer a la UITA y a la Asociación
Italia-Nicaragua por su solidaridad. Sabemos que nuestra lucha es
justa. Mi marido trabajó 40 años en el Ingenio San Antonio en el
mantenimiento de las bombas de riego de agrotóxicos. Pasó seis años
enfermo, dos casi agonizando. Tengo cuatro hijos y gracias a la
ANAIRC me beneficio de una pequeña pensión de unos 75 dólares que
nos sirve para medio mantenernos.
La gente sigue muriendo. Ayer –continuó Flores– nos
dijeron que murieron otras dos personas en Chichigalpa y sabemos que si
no llevamos adelante esta lucha aquí en Managua nadie nos va a hacer
caso. Si pudiera hablar directamente con el señor Carlos Pellas
le diría que no le estamos suplicando que nos indemnice, sino que es un
derecho que tenemos como viudas y ex trabajadores.
Adriano Cernotti,
coordinador de la Asociación Italia-Nicaragua en este
país, comentó a Sirel que “lo de hoy es el resultado de un
esfuerzo conjunto de la UITA y nuestra Asociación. No es la
primera vez que trabajamos juntos. Ya en el pasado hemos colaborado
apoyando la lucha de los ex trabajadores bananeros afectados por el
Nemagón, y las movilizaciones de los trabajadores de Parmalat
en Nicaragua cuando la empresa había lanzado una fuerte campaña
antisindical.
Para la ANAIRC representa un apoyo importante, no
solamente por el hecho de contribuir a poder mantener esta movilización,
sino también es una expresión muy concreta del apoyo moral y solidario
con esta lucha”, agregó Cernotti.
“En este sentido, creo que esta experiencia de unir esfuerzos
entre organizaciones comprometidas con la lucha de los trabajadores y
trabajadores de Nicaragua y de América Latina, pueda ser
un ejemplo para el futuro”, concluyó el coordinador de la organización
italiana.
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