Transnacional de la traición

AmBev cierra una planta y deja

en la calle a 166 trabajadores

Hace dos años AmBev compró la planta de Cervecería Cintra, ubicada en Mogi Mirim, una localidad de 100 mil habitantes ubicada a 160 kilómetros de la ciudad de São Paulo. Había prometido por lo menos cinco años de pleno empleo, pero hace una semana la cerró definitivamente trasladando esa producción a otras plantas localizadas en Jacareí, Guarulhos e Jaguariúna. Osvaldo Perera, y Giancarlo Megliorini, ambos directivos del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación de Mogi Mirim, conversaron con Sirel en la sede de la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de São Paulo (FETIASP).

-¿Cómo y cuándo llegó AmBev a Mogi Mirim?

Giancarlos Megliorini -Hace dos años AmBev compró la planta de Cintra. Inmediatamente nos prometió que haría funcionar la fábrica a su pleno rendimiento por lo menos durante cinco años, y dijeron así: “por lo menos”, aunque sugirieron que sería por mucho más tiempo. A fin de 2008 mantuvimos una reunión con la empresa en la cual nos aseguraron que tenían previsto la producción a capacidad total durante 2009.

-¿Y qué ocurrió ahora?

GM -Que apenas dos meses después, el pasado jueves 26 de febrero, nos dicen, de un día para el otro, que la planta fue desactivada y nos dejaron a todos en la calle; quedaron 20 que están terminando de cerrar la planta y casi todos ya tienen fecha de despido para dentro de 30 días. AmBev ha sido tan prepotente que ni siquiera nos dio esta información. Nosotros la tenemos porque nos la han filtrado funcionarios administrativos.

-¿Cuál fue el argumento de la empresa?

GM -Que el costo de la cerveza que producimos es demasiado alto, y que la causa de eso es que la planta es demasiado antigua.

-¿Cuál ha sido la reacción del Sindicato?

GM -Nos ha tomado totalmente por sorpresa. En diciembre tuvimos esa reunión tranquilizadora, la pasada semana nos habilitaron el banco de horas y unos cuantos estábamos de licencia. Nosotros tenemos entendido que cuando AmBev compró la planta firmó un documento con los antiguos propietarios en el cual se comprometió a trabajar en la planta durante cinco años. Estamos buscando el documento de ese acuerdo que fue difundido por la prensa en aquella época, pero que nosotros nunca vimos.

-¿Piensan que es posible una reapertura de la planta?

GM -Hay apreciaciones diferentes. A veces va un poco en la intuición de cada uno. Yo creo que no, aunque hay rumores de que reabriría para el verano de 2010. Desgraciadamente, AmBev no nos ha comunicado absolutamente nada.

-¿Quiere decir que lo más probable es que todos queden sin empleo?

GM -Ya estamos sin empleo. Eso es lo que tenemos que ver, la realidad que vivimos. ¡Somos desempleados!

¿Hay otra fuente de empleo en la ciudad?

GM -La industria metalúrgica es bastante fuerte en la zona, pero difícilmente nos absorberá y menos en la coyuntura actual.

-¿Cómo viven ustedes esta situación?

GM -Es dramático, porque la gente no fue cuidada, ni siquiera fuimos avisados de qué ocurriría. Es como si hubiese estado en los planes de AmBev desde el primer momento. Nos habían prometido trabajo firme para todo el año, muchos entraron en créditos con base en esa previsión, y ahora se encuentran desempleados.

-¿El Sindicato tampoco fue informado previamente?

GM -En absoluto; recién lo supimos ante el hecho consumado. Los compañeros llegaron a trabajar en la mañana, como todos los días, y en ese momento nos informaron que la planta quedaba desactivada.

-¿Cómo reaccionó la gente?

GM -Fue algo impresionante, muchos quedaron sin saber qué hacer, algunos hasta lloraban en la puerta de la fábrica. Hubo compañeros que pedían por favor que el sindicato “apelara” la decisión patronal, pero no podemos hacer eso. Fue algo muy cruel. Inclusive, AmBev había motivado a varios trabajadores a regresar a la escuela, a empezar a hacer cursos de capacitación, hasta les prometió becas y ayudas. Varios se inscribieron en diversos cursos, y ahora no podrán pagarlos. Las familias están pasando ahora momentos muy difíciles, porque han perdido estabilidad económica, casi todos tenemos préstamos y créditos que pagar. Es realmente un caos.

-¿Cómo era la relación entre el Sindicato y la empresa?

GM -Teníamos buenas relaciones. Algunos de nosotros pensaban que la intención final de AmBev sería desactivar esta unidad, pero nadie imaginó que podía ser tan rápido y que no nos advertirían antes.

-¿Cómo calificaría esta actitud de AmBev?

GM -Como totalmente inmadura, porque piensa sólo en el negocio y jamás en el ser humano. Pienso que esto les puede ocurrir a otros trabajadores de AmBev, y les pido que tengan mucho cuidado porque esta transnacional no piensa dos veces para desactivar una planta, ni se hace cargo de la situación que crea.

-¿Y la responsabilidad social?

GM -Eso queda en brazos de la ciudad, de la comunidad, porque AmBev es solamente un negocio y no tiene responsabilidad social.

Osvaldo no quiso hablar hasta que apagué el grabador. Luego contó que en los últimos 26 años vio pasar cuatro patronales por la misma planta, y que él ya tuvo un infarto cuando Cintra le vendió la fábrica a AmBev. Desde entonces acompaña todo lo que el Sindicato hace, pero trata de no hablar porque se emociona y teme otro infarto. Recordó que durante muchos años no entendía nada de sindicalismo, no conocía sus derechos, pero que hace unos años entró en el Sindicato y comprendió cómo son las cosas. “Quizás por eso infarté”, bromeó.

El Sindicato de Trabajadores de la Alimentación de Mogi Mirim planea realizar una gran movilización en la ciudad en los próximos días para denunciar la actitud irresponsable y cruel de AmBev.