Montevideo, 28 de abril de 2009
Señor Presidente de la República
de Nicaragua
Comandante Daniel Ortega Saavedra
De mi mayor consideración:
Nos dirigimos a usted para
informarle que nuestra Internacional se
apresta a lanzar una campaña mundial de
solidaridad y apoyo a nuestra organización
afiliada, la Asociación Nicaragüense de
Afectados por Insuficiencia Renal Crónica (ANAIRC).
Esta organización representa a un
importante grupo de ex cañeros del Ingenio
San Antonio, en Chichigalpa, a sus viudas y
huérfanos. Estos trabajadores y sus familias
fueron afectados por el uso indiscriminado de
agrotóxicos en los cañaverales de la empresa
Ingenio San Antonio (ISA), propiedad de la
Nicaragua Sugar Estates Ltd. (NSEL), que integra
el Grupo Pellas, por el que resultaron
contaminados ellos y el ambiente en el que
vivían.
La consecuencia de este
comportamiento infame han sido miles de muertos
y afectados por Insuficiencia Renal Crónica
(IRC) sin que, hasta ahora, los propietarios del
Ingenio San Antonio y el Grupo Pellas
hayan asumido su responsabilidad en esta
tragedia previsible.
La desproporción entre el
Grupo Pellas y los damnificados por la
irresponsabilidad social y ambiental de estos
empresarios, es tan chocante que provoca
indignación, y muchas personas e instituciones
en el mundo se preguntarán cuál ha sido la
acción del gobierno de Nicaragua en este
caso.
Asimismo, señor Presidente, el
daño causado es tan definitivo y devastador como
el de una guerra, y si bien ya muchas de sus
víctimas no podrán ser salvadas, sería
absolutamente inhumano que, además, tampoco
fuesen reparadas económicamente.
Esta campaña mundial tiene la
intención de exponer ante la opinión
internacional éstas y otras particularidades de
la tragedia que se vive en Chichigalpa y, desde
hace varias semanas, también en Managua, donde
acampan varias decenas de integrantes de
ANAIRC movilizados en reclamo de sus
derechos.
Señor Presidente, esperamos que
su gobierno asuma una actitud comprometida en
esta etapa de la lucha en defensa de los más
débiles, de los trabajadores y sus familias, en
el entendido de que la riqueza de unos pocos no
puede crecer sobre la tumba de miles.
Sin más, saludo a usted, muy
atentamente.
Gerardo Iglesias
Secretario Regional UITA
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