Los gobiernos de América Central y República
Dominicana divulgaron esta semana
documentos nacionales que fundamentarán
sus "Hojas de Ruta", lugares donde, en
los próximos meses, van a actuar para la
eliminación del trabajo infantil en cada
país. La medida es una de las
estrategias del Programa Internacional
para la Erradicación del Trabajo
Infantil (IPEC), desarrollado por
la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).
El "Diagnóstico de situación del trabajo
infantil y sus peores formas" fue
adoptado en República Dominicana
y en seis de los siete países de
América Central (a excepción
de Belice): Guatemala,
El Salvador, Nicaragua,
Costa Rica, Panamá y
Honduras.
Los documentos nacionales analizan las políticas nacionales,
los planes y programas que inciden en la
prevención y erradicación del trabajo
infantil y la protección de la persona
adolescente trabajadora.
Los textos corresponden a la primera etapa del Proyecto de
Fomento de una Cultura de Cumplimiento
en Materia Laboral de la OIT. La segunda
establecerá las "Hojas de Ruta", que
detallarán los procesos, tiempos y
recursos necesarios para la prevención y
erradicación del trabajo infantil.
Las estrategias nacionales destacan las
metas de la Agenda Hemisférica sobre
Trabajo Decente. La agenda, firmada por
los países de la región, pretende
eliminar las peores formas de trabajo
infantil antes del 2015 y eliminar todo
trabajo infantil antes del 2020.
Las acciones nacionales se centran en
seis dimensiones: lucha contra la
pobreza; educación; salud; marcos
legales; sensibilización y movilización
social; y generación de conocimiento y
seguimiento.
Según la OIT,
hay
2.400.000 niños, niñas y adolescentes
entre cinco y 17 años que trabajan en
América Central y República Dominicana.
Este número corresponde al 13,3% de la
población de la región; 1.240.000 de los
niños y adolescentes trabajadores tienen
entre 5 y 14 años (el 8,5% de la
población regional).
El diagnóstico general de la OIT,
basado en los diagnósticos nacionales,
señala que los países analizados tienen
planes nacionales de prevención y
erradicación del trabajo infantil.
Señala la explotación sexual comercial
de los niños, de las niñas y las
adolescentes como la
"incuestionablemente peor" forma de
trabajo infantil.
El texto recomienda que los países
trabajen con datos estadísticos
precisos; creen programas de apoyo a las
familias que retiran a sus hijos de la
situación de trabajo infantil; y adecuar
la legislación nacional a los
instrumentos de derecho internacional.
Los documentos nacionales fueron
realizados por los gobiernos locales en
conjunto con el programa de la OIT
y financiados por el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID)
y por la Agencia Española de Cooperación
para el Desarrollo (AECID).