Ayer la transnacional Ford comunicó que reducirá entre 25.000 y 30.000 empleos su plantilla en Norteamérica. Hoy DaimlerChrysler anunció el recorte en un 20% de su personal administrativo, unos 6.000 empleados.
En la bolsa de Francfort las acciones de la DaimlerChrysler mejoraron en un 4,3%.
Para el capitalismo globalizado suprimir empleos es sinónimo de eficiencia, de modernidad, de agilidad y levedad. Cuando más trabajadores se tiran por la borda, mayores son los elogios. En los mares del neoliberalismo ya no se cuentan los ahogados.